El Correo de Burgos

Burgos / Musical

«Los valores de ‘Los miserables’ siguen muy vigentes hoy»

La actriz Eva Diago, que interpreta a Madame Thérnardier, anima a no perderse este espectáculo basado en la célebre obra de Víctor Hugo que ocupará el Fórum del 20 al 23 de noviembre

Eva Diago realizó un viaje relámpago desde Madrid para vender las bondades del musical ‘Los miserables’.-Raúl Ochoa

Eva Diago realizó un viaje relámpago desde Madrid para vender las bondades del musical ‘Los miserables’.-Raúl Ochoa

Publicado por
A.S.R.
Burgos

Creado:

Actualizado:

Eva Diago cogió ayer bien temprano un tren desde Madrid con destino Burgos. La actriz realizó un viaje relámpago para cantar, con verdadera pasión (o es muy buena en lo suyo), las bondades del musical Los miserables, que ocupará el Fórum Evolución del 20 al 23 de noviembre, con seis funciones con entradas de 50, 60 y 65 euros que se venden a buen ritmo.

¿Por qué me tengo que gastar 60 euros para ver Los miserables?

«Primero porque es un espectáculo único y después porque tienes a 32 personas encima del escenario moviéndose con casi 5.000 piezas de vestuario, 11 tráiler sobre las tablas que no es lo habitual y porque por qué no vas a gastarte ese dinero en ver un musical, con una partitura y un libreto tan brutal como estos, cuando por ir a ver a Miley Cyrus te gastas 100 euros, no entiendes ni siquiera lo que está diciendo y has estado cuatro días de acampada de espera en la calle. Ese dinero es realmente muy poco para ver la producción que sale a escena», espeta la intérprete que da vida a Madame Thérnadier, la tabernera que acoge a Cosetee y la trata como a una Cenicienta hasta que se la lleva Valjean.

Este papel hace que Eva Diago esté con las niñas seleccionadas en el casting realizado hace veinte días en la ciudad para dar vida a las jóvenes Eponine y Cosetee. Se encarga de que ellas vean esta interpretación como un juego.

«Las inculcamos que lo más importante son los estudios y esta participación debe ser un premio a ese esfuerzo. Es importante que lo vean así, sobre todo en un mundo en que con cualquier cosa ya eres famoso, que no necesitas estudiar ni nada porque si tienes un golpe de suerte te haces millonario», comenta la actriz, auténtica maga a la hora de aplacar los nervios de las más pequeñas justo antes de salir a escena, cuando aparecen, que no siempre lo hacen.

Ella, dice, empezó en esto tarde. Siempre la había gustado cantar, participaba en un coro, estudiaba música y siempre también había sido muy payasa, pero de niña nunca dijo eso de mamá quiero ser artista. Tenía ya 16 o 17 años, «vivía en Chipiona, tierra de la Jurado, por lo que me tiraba mucho el mundo de la copla», cuando se decidió y se fue a Madrid, «que era donde se movían las cosas». Primero se metió en orquestas, de musicales en aquella época no se hablaba, hasta que en el año 92, lo recuerda perfectamente, tuvo la suerte de cruzarse en el camino del primer gran musical que se montó, que no era otro que Los miserables.

«Ahí empecé y me enganché. Han pasado unos añitos y aquí sigo», suelta una risotada antes de sentenciar: «En mi vida Los miserables han sido y son muy importantes, la verdad que sí».

De aquella producción a la actual han pasado más de veinte años y no han sido en balde.

«Aquella era más íntima, con menos aparatos escénicos, más caja negra, quizás actoralmente fuera un poco más duro porque no tenías la brutal escenografía que te arropa ahora, que es espectacular, con unas impresionantes proyecciones de los dibujos de Víctor Hugo y un aparataje formidable, aunque la partitura y la historia siguen siendo las mismas», se explaya Eva Diago, muy expresiva, sin retirar la mirada ni un segundo de su interlocutor, modulando la voz y soltando risas y con la misma desenvoltura con la que posa para el fotógrafo.

Y aunque esa envoltura haya cambiado después de 28 años en cartel, su contenido no lo ha hecho. Se mantienen los mensajes y la esencia de los personajes de Víctor Hugo.

«La temática de finales del XVIII y del XIX está vigente hoy en día. Nadie ha dejado de luchar por obtener derechos o por no querer que se los quiten. Todos los valores, el amor, la esperanza o la fe, y los defectos, como la maldad o la rectitud extrema, que tenemos los seres humanos están reflejados en este musical y ese es su éxito. No hay musicales que te duren 28 años en cartelera si el público no se ve reflejados en ellos», observa y añade: «Mueve masas porque su temática, para bien o para mal, está vigente hoy en día».

¿Es un musical social?

«Es muy social, encima del escenario mueve a una masa y también conciencias y sentimientos, que hacen aflorar lo mejor y lo peor del ser humano», contesta la intérprete que, precisamente, da vida a uno de los personajes más malvados del espectáculo.

«Lo peor lo llevamos Monsieur y Madame Thénardier, pero, al mismo tiempo, reflejan la parte más alegre», ilustra y confiesa divertirse mucho con este papel, segura además de que sus compañeros la envidian. «Aquí todo el mundo sufre, todos se sacan las vísceras, y nosotros provocamos alegría en la gente. Somos un color dentro de la compañía y mola. Es un personaje maravilloso, con una falta absoluta de fe y de pilares, es una ácrata, un deshecho de la sociedad y su única ambición es aprovecharse de los demás», describe esta veterana del musical (La Bella y la Bestia, El hombre de la Mancha, El Mago de Oz...).

Esa experiencia la hace estar convencida de que Los miserables es especial y que también en Burgos conseguirá poner en pie al público: «No terminamos una función sin que lo haga».

tracking