El Ayuntamiento renegociará parte de la deuda de los consorcios tras amortizar 44 millones
Con la rúbrica de las escrituras se ha materializado la disolución definitiva de estos entes. Fundación Caja de Burgos prestará apoyo a los servicios municipales para que la 'transición' de la gestión sea "exitosa"

Rafael Barbero, de Fundación Caja de Burgos, la alcaldesa, Cristina Ayala, y el edil Manuel Manso, firmaron las escrituras de disolución ante notario.
"Hoy ya es el día después", proclamaba el concejal Juan Manuel Manso tras la rúbrica de las escrituras de disolución definitiva de los consorcios del Desvío y de Villalonquéjar. La liquidación se materializaba ante notario, firma mediante de Rafael Barbero, director general de la Fundación Caja de Burgos, y la alcaldesa de la ciudad, Cristina Ayala.
Manso, como edil responsable de la gestión municipal de ambos entes, aseguraba que de inmediato se empezará a trabajar "desde ProBurgos, el área de Urbanismo y el resto de servicios municipales implicados, tales como Patrimonio, Tesorería, Intervención y Secretaría General, para que la gestión de lo que nos ha sido traspasado no sea onerosa y sí exitosa".
Al hilo, afirmaba que la estructura para administrar los activos y pasivos asumidos ya está definida, al igual que una hoja de ruta que, en lo económico, comenzará por renegociar parte de la deuda 'heredada' con el objetivo de lograr condiciones más ventajosas para el llamado tramo A o deuda sostenible, ya que las del B, añadía, son inmejorables. Se hará mediante oferta pública.
Saldrá, pues, a concurso el crédito necesario y las entidades podrán proponer sus mejoras. "Los pliegos ya están redactados, por lo que pronto habrá noticias al respecto. Tenemos mucha prisa porque ahora pagamos unos intereses muy altos", subrayó Manso, que, no obstante, se resistía a marcar un plazo concreto.
Con todo, el primer paso tras la disolución de los consorcios será amortizar 44 millones de deuda, cuantía comprometida por el equipo de Gobierno y alimentada en gran medida por la modificación presupuestaria que reservó hasta 30 millones a tal fin, y, de entrada, reducir de manera notable un débito que en global asciende a 204 millones de euros.
Arrancará así un nuevo camino tras culminar el que arrancó con la creación de ambos consorcios, el ideado para la gestión de la ampliación del polígono de Villalonquéjar, allá por 1997, y el puesto en marcha para la transformación del Desvío Ferroviario, consolidado en el año 2003. Ambos exitosos, a juicio de Rafael Barbero, responsable de la Fundación Caja de Burgos, integrante de los dos entes hasta el final, en la medida en la que "han cumplido sus objetivos" y "han contribuido al desarrollo de la ciudad".
"La gestión del suelo de la variante ferroviaria se ha realizado. Aunque todavía quedan parcelas por comercializar, todo el proyecto, tal y como se definió inicialmente, se ha llevado a cabo. Lo mismo ha ocurrido con el polígono de Villalonquéjar, que uno de los más importantes de Castilla y León y de España y ha generado muchas empresas y empleos", recordaba Barbero, para referirse a los buenos resultados cosechados como "el fruto de la colaboración público-privada" nacida, en su momento, de una necesidad de trabajo conjunto entre la administración local y las cajas de ahorros. "Estamos orgullosos del trabajo realizado", apostillaba.
La alcaldesa, Cristina Ayala, por su parte, trasladaba a la entidad su agradecimiento, no ya por la tarea asumida en estos años, sino por ofrecerse a "tutorizar" a los servicios municipales que toman el testigo "en este periodo de transición" para llevar a cabo la gestión de los bienes y los deberes de los dos consorcios.