Historias de la diáspora burgalesa. La Antigua Estación como punto de encuentro
El cuarto encuentro de la Asociación de Burgaleses en el Exterior (aBe) se celebró en la antigua Estación con el objetivo de buscar «mantener el vínculo con la gente que se ha ido» y favorecer «el intercambio de experiencias de su nuevo hogar que se puedan realizar aquí»

Imagen del encuentro celebrado ayer en La Estación.
Cinco testimonios. Cinco realidades separadas por cientos de kilómetros de distancia. Esa que separa África de Niza, San Diego (EEUU) de Taiwán o Viena de Asia. Son los destinos de los cinco ponentes de la Asociación de Burgaleses en el Exterior que protagonizaron su cuarta reunión anual en la Estación. El coloquio, que se ha celebrado después de la reunión del grupo que desde este año ya es una asociación oficialmente, ha permitido conocer las experiencias de emigración de cada uno de ellos.
En la cita abierta al público han relatado su experiencia en un foro abierto a la participación del público los burgaleses Adolfo Cires, experto en finanzas y desarrollo de la Comisión Europea en África, Mariluz Rojo que es investigadora doctoral de Biomedicina en la Universidad de San Diego (EEUU), Inmaculada de la Calle, experta en ciberseguridad en Nueva York (EEUU), César Javier Palacios, periodista medioambiental afincado en Niza (Francia), Ignacio Alfayate, representante de Nicolás Correa en Asia y Gabriel Rodrigo, artista plástico que reside en Taipei (Taiwán).
«El proceso de emigrar siempre es muy complejo tu tienes un nombre, unos apellidos una historia en tu ciudad pero luego te vas a un lugar donde ni si quiera saben pronunciar tu nombre con otras costumbre a las que te tienes que adaptar», explica David Leal, portavoz de aBe. Una experiencia vital que «te transforma porque al final eres un híbrido con las costumbres que asumes de tu lugar de residencia pero también eres de tu tierra con lo que eres diferente en ambos sitios» apunta.
Leal, natural de Burgos, se pasa la mitad del año en Austria y la otra mitad viajando pero «cada vez vengo más a Burgos». Antes paso por Brasil, Japón e India. «Es una experiencia que aporta un crecimiento personal que cada uno vive a su manera, pero si es cierto que la distancia te da perspectiva sobre las cosas y valoras cuestiones que son habituales en tu país de acogida y que crees que puede estar bien aplicarlo a Burgos y es ese es uno de nuestros objetivos», explica.
Instaurar ese vínculo entre burgaleses repartidos por diferentes puntos del mundo y alimentar el vínculo de todos ellos con Burgos es el objetivo de la asociación que ya cuenta con 300 personas contactadas y 150 socios activos. Todos ellos han instalado su vida en más de 40 países repartidos por el mundo. «En vez de diáspora yo creo que somos enáspora, queremos reivindicación de quienes están en el extranjero pero que se quiere reconectar con sus orígenes», apunta Leal.
Las actividades de aBe se inspiran en organizaciones de la diáspora que se han desarrollado en Italia y Escocia o en la contribución que los indianos españoles realizaron en sus localidades de origen. La asociación busca apoyar a la comunidad de burgaleses en el extranjero, facilitar la bienvenida a los que retornan a Burgos, actuar como embajadores de talento, industria y cultura de Burgos por el mundo y transmitir experiencias internacionales que puedan inspirar soluciones innovadoras en el ámbito burgalés.
La asociación busca fomentar una comunidad global a la que tú, burgalés o burgalesa que resides en el extranjero y echas de menos la sombra de las agujas de la Catedral, la morcilla de arroz, los gigantillos y las fiestas de San Pedro puedas mantener el vínculo con tus orígenes. Se pueden inscribir en la web burgosexterior.org o escribir al correo electrónico talentoburgales@gmail.com.