Así es la chirigota de Burgos que caldea la fiesta de Carnaval con su guasa y buen hacer
'Los Papamoskas' volverán a la calle con sus letras cargadas de humor y crítica social. Actuarán mañana en el Arco de Santa María a las 20.15 horas. El sábado estarán en el Mercado Sur a las 13 horas y por las calles del centro durante todo el fin de semana

Instante del ensayo de la chirigota de Los Papamoskas.
Llega el Carnaval 2025 y la chirigota 'Los Papamoskas' ya está lista para volver a compartir con el público sus letras cargadas de humor, alegría y crítica social y política. Lo harán en el Arco de Santa María el viernes a las 20.15 horas y el sábado y el domingo en dos sesiones distintas por el centro de la capital burgalesa. Además, el sábado estarán en el Mercado Sur a partir de las 13 horas.
Como cada año, los temas elegidos para intentar sacar una sonrisa a los burgaleses cambiarán para aproximarse a la actualidad más candente. «Para nosotros el personaje del año es Donald Trump, pero tampoco pueden faltar las monjas de Belorado y un ‘kit’ político con melodías de los 80 dedicados a los principales partidos».
El Gobierno local también tendrá sus rimas dedicadas y como no podía ser de otra manera, el proyecto del túnel de la calle Santander será el protagonista. En la sección de cuplés, 'Los Papamoskas' tendrán cuerda para abordar otros tantos temas «siempre de actualidad» como la Casa Real.
Lo que no varía año tras año «son las energías y las ganas renovadas de encontrarse con el público», tal y como señala Javier Sanz, portavoz de la chirigota.
Y es que «lo importante está en la calle», afirma, al tiempo que recuerda que «es nuestra esencia y la que nos da la libertad de cantar y de escuchar las opiniones del público». Un público, el burgalés, que «aunque difícil, siempre se ha mostrado muy receptivo y ha valorado nuestro trabajo».
Dedican parte del arranque del año a preparar y ensayar las letras con las que después tratarán de «divertir a los burgaleses y de buscar esa complicidad tan divertida». Un trabajo que este grupo de diez amigos hace «por amor al arte» y «de una forma muy amateur», pero que año tras año gana adeptos.

Miembros de Los Papamoskas disfrazados. ECB
La tarea de preparar una chirigota no es sencilla y como todo lleva su proceso. En este grupo bien avenido unos se encargan de la letra, otros de la música, otros de los ajustes y el Martinillo de la logística. Los preparativos comienzan en Navidad y «entre campanadas y cuñados», comenta entre risas Sanz.
La clave del humor de este grupo de burgaleses que no le teme al frío, al viento ni a la lluvia, es la sorpresa porque «siempre buscamos el giro del lenguaje que lleve al doble sentido y que al público le haga reír y pensar al mismo tiempo». Un público al que «hay felicitar por chupar frío como unos benditos para escucharnos».
Todo ello con su ya tradicional disfraz de Papamoscas. «Fue una genialidad de los primeros años y somos de los que pensamos que cuando algo funciona bien no hay que cambiarlo». Debajo del disfraz hay trucos para el frío. «Buenas prendas térmicas, dos pares de calcetines y un forro polar», apunta el portavoz.
La risa es salud
«Nosotros no aspiramos a la carcajada constante, pero sí a la risa y a la sonrisa. A la escucha y a la autocrítica. Al buen cachondeo», apunta Sanz, que recuerda que «múltiples estudios ya han demostrado que la risa es buena para la salud mental, el corazón, el sistema inmunológico y la vida en general».
Y para esto vale también «el humor burgalés» que «aunque es más recio que el gaditano» tiene «más mérito» porque «el público es más serio» y «el termómetro le da un puntito de viacrucis penitencial a la actuación», señala entre risas.