Atapuerca, Aspanias y el López de Mendoza dan una lección de inclusión y sostenibilidad

No es la primera vez que Isabel participa en la jornada Limpiemos la Sierra. Un espacio de convivencia entre estudiantes de Bachillerato del IES Cardenal López de Mendoza y usuarios de Aspanias, que este año ha unido a dos centros más, y trabajo en común por la conservación del medio ambiente en el entorno de los yacimientos de Atapuerca.

«Queremos pasarlo muy bien y he venido otros años y me gusta mucho», decía Isabel. Sandra tenía las expectativas puestas en «pasar un día agradable con todos». Una iniciativa que, desde hace 23 años, tiene como excusa limpiar la basuraleza del entorno de los yacimientos en una jornada de cooperación y unión. «Esta es una iniciativa para concienciar sobre la importancia de mantener la sierra limpia, empezamos hace 23 años, tenemos una larga tradición y es importante también que la gente se conozca entre ellos, en un día de concordia», señaló el vicepresidente de la Fundación Atapuerca, Eudald Carbonell.

En total han participado 48 jóvenes que juntos han realizado la retirada de basuraleza en el entorno de los yacimientos de Atapuerca, alrededor del Centro de Acceso a los Yacimientos (Cayac) y del Centro de Arqueología Experimental (Carex). De ellos 16 son estudiantes de Bachillerato del IES Cardenal López de Mendoza y 34 procedentes de tres centros gestionados por la Fundación Aspanias. En ediciones anteriores han participado los usuarios del Centro de Día Puentesaúco pero este año se han unido los que acuden al Centro Ocupacional de Quintanadueñas y el Centro Vicente Alexandre.

La iniciativa busca concienciar de ambas circunstancias muy presentes en las poblaciones prehistóricas. Por un lado el cuidado del medio ambiente, que era la fuente de recursos de las poblaciones que han habitado la sierra durante mas de un millón de años. Por otro lado la inclusión y el cuidado por el otro algo de lo que han dado buena cuenta algunos de los fósiles más emblemáticos de Atapuerca. Benjamina, una niña con craneosinostosis, una enfermedad rara, ó la pelvis Elvis, con graves problemas de movilidad, necesitaron el apoyo del grupo para sobrevivir.

Tras la jornada de recogida de basuraleza en el entorno del Carex y los humedales de Atapuerca han realizado un almuerzo. Después realizaron un taller de caza que ha supuesto una «experiencia educativa, colaborativa y lúdica sobre la evolución de la caza en la prehistoria». De esta manera se refuerza con una clase práctica la importancia que tuvo el trabajo en común entre los hombres prehistóricos para sobrevivir. Realizaron el lanzamiento de flechas y venablos utilizando réplicas adaptadas para la actividad.

No es la única colaboración entre Atapuerca y la Fundación Aspanias. Miembros de la entidad participan cada año en el triado de microfauna que se lleva a cabo en la orilla del río y en los laboratorios, «una tara fundamental para el avance de la investigación paleontológica».