Ayala sobre el concierto de Metrika: "Condenamos absolutamente todos los insultos vinculados a la LGTBIfobia"

La alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, ha condenado enérgicamente los insultos proferidos durante el concierto de Metrika, que tuvo que suspender la actuación ante un ataque de carácter transfóbico, que ha empañado el clima de convivencia de las fiestas de Burgos.

Durante la presentación del concierto sorpresa de San Pedro, Ayala, preguntada por esta cuestión, sostuvo que está en contra de cualquier manifestación que muestre  "LGTBIfobia". Desde su punto de vista, "es evidente que si se profiere cualquier tipo de comentario, la administración pública no puede hacer otra cosa que condenar de manera absoluta". 

La regidora no se había pronunciado de manera oficial, aunque aseguró que se había hecho una valoración de este asunto por parte del equipo de Gobierno en los últimos días.

La primera edil, que no sabe si será posible programar a Metrika en Burgos próximamente, afirma con contundencia que "cada persona puede decidir libremente a quien amar y nadie tiene derecho a opinar".

La agresión contra una de las bailarinas de Metrika se produjo precisamente en la jornada del Día del Orgullo, el 28 de junio, el día que la asociación Espacio Seguro, convocó una movilización por las calles del centro de la ciudad. Precisamente, el colectivo fue el primero en condenar los hechos sucedidos en una concentración que se celebró el lunes, 30 de junio, en la Plaza Mayor, para rechazar los insultos transfobos y homófobos, las amenazas de muerte y el lanzamiento de objetos que sufrió la artista, que salió al escenario Excéntrico, junto a la Sala Anden 56, en una actuación que estaba programada a las 20.00 horas.

"Maricón", "hijo de puta" o "chupapollas" fueron algunos de los insultos que recibió la artista MarcDa que también, según denunció, recibió amenazas de muerte. "Estamos a día 28 de junio y estamos en Burgos, que hemos venido a actuar con Metrika y no hemos podido hacer la actuación, porque nada más empezaron a tirar cosas. Me han empezado a llamar maricón, hijo de puta, chupapollas, a desearme la muerte, sin ningún motivo", explicó la afectada a través de sus redes sociales.

Por su parte, Espacio Seguro leyó un manifiesto en el que se denunció lo "que debería haber sido una noche de cultura y celebración, se convirtió en una escena de empujones, amenazas y miedo". Se señaló que "no se trata de hecho aislado" y se recordó que en Logroño "también han sufrido un ataque contra el colectivo en el Día del Orgullo, donde a una mujer trans la atacaron hasta tal punto que necesitará someterse a cirugía de reconstrucción facial".

En la lectura se alertó de un "crecimiento del odio y la intolerancia, y de su preocupante normalización. Mientras tanto, las instituciones, que dicen garantizar nuestra seguridad y nuestros derechos, han vuelto a fallar".