Las peticiones de la Tarjeta Profesional de la Construcción ascienden a 3.600

El número de solicitantes de la Tarjeta profesional de la Construcción (TPC) en Burgos en el primer semestre de 2010 es ya de 3.602, cifra que multiplica por cinco la registrada en mayo-junio de 2009 en que eran poco más de 800 los profesionales burgaleses que la habían solicitado en aquel momento, y poco más de 4.500 en toda la región, frente a las 20.278 pedidas ya este 2010.

«Pero a pesar de esta subida aún son muchos los que ven lejano ese 31 de diciembre de 2011 -fecha límite para contar con ella al ser obligatoria para trabajar en el sector desde el primer día de 2012-», explicaba la gerente de la Fundación Laboral de la Construcción en Castilla y León, Pilar Cordero. Ésta cifró en torno a un 40% los trabajadores que realizan la formación básica obligatoria para lograr la tarjeta, «pero que sin embargo, meses e incluso años después no la han solicitado todavía», añadió.

La TPC será obligatoria para trabajar en el sector de la construcción a partir de enero de 2012, tal y como se acordó en 2007 tras la firma del IV Convenio Colectivo General del Sector de la Construcción con vigencia hasta 2011. Ésta acredita que el trabajador ha recibido formación en prevención de riesgos laborales, así como su categoría laboral y su experiencia profesional.

Aumento de los parados

Entre los requisitos para pedirla está certificar al menos 30 días cotizados en el sector de la construcción durante los últimos 36 meses, además de haber realizado la llamada Formación Inicial o 'Aulas Permanentes de Prevención' -de 8 horas de duración-, consideradas el requisito imprescindible para obtener la TPC.

«Por ello, a menudo animamos a quien realiza estos cursos básicos en nuestra sede -que al ser sólo 8 horas se realizan en una jornada laboral-,a iniciar ese mismo día los trámites de obtención de la tarjeta y así tenerla cuanto antes» afirmaba.

Las estimaciones iniciales cifraron en unos 150.000 los trabajadores del sector en la región, unos 12.000 en Burgos. «Sin embargo, la situación actual de crisis y paro ha hecho que sean muchos más los desempleados que la piden ahora», recalcaba también, el secretario de Organización de Construcción, Madera y Afines (CECOMA) de CCOO de Castilla y León, José Luis Sacristán.

Éste explicó que los cursos marcaban hasta ahora una limitación de cupo al destinar el 40% de participación a desempleados y el 60% restantes a activos, todos ellos del sector. «Pero ya se está permitiendo la realización de cursos con cupo completo de profesionales del sector en paro o por el lado contrario, grupos formados sólo por activos, muchos de éstos últimos solicitados por las propias empresas», añadió.

Solicitante, entre 25-35 años

Sacristán detalló que en un principio era la Fundación Laboral de la Construcción (FLC) la encargada de los cursos así como algunas mutuas autorizadas por ella. Sin embargo, también los sindicatos tienen ya esta posibilidad, siendo CCOO el último en iniciarlos. «Comenzamos en mayo y ya habremos dado  unos 20 y formado en ellos a un centenar de personas por toda la región», cifró.

El sindicalista recordó que de las 3.602 tarjetas en tramitación este 2010, 2.269 lo están a través de la Fundación, 386 por la Confederación de Empresarios de la Construcción, 403 por medio de UGT y 544 con CCOO.

En cuanto al perfil del solicitante, la memoria de la FLC indica que en su mayoría se trata de un varón de entre 25 y 35 años de edad con entre 1 y 5 años de trabajo en el sector,  siendo apenas un 4% de mujeres las que la habían solicitado la TPC en 2009. «Datos nacionales en su mayoría extrapolables a Castilla y León, donde sin embargo sí destaca como diferencia el bajo porcentaje de alumnos no nacionales, cifra que en nuestra región es casi simbólica».

La gerente regional de la FLC explica que como impulso para solicitar la tarjeta profesional se ha llevado a cabo una campaña informativa itinerante, que ha recorrido todo el país. La campaña La ruta de tu seguridad comenzó en octubre de 2009 en tierras manchegas, y siguió después por el resto de las comunidades hsta llegar a Castilla y León el pasado mes de junio. «Un aula móvil viajaba en el interior de un autobús en cuyo interior se informaba e incluso tramitaba la tarjeta además de informar en los pequeños núcleos de población», dijo Cordero.