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Aguirre apunta a Aparicio o a Moneo en algún probable cargo tras el 20-N

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, visitó ayer Burgos en el último acto de precampaña / Vaticinó que Burgos conseguirá el tercer diputado

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Burgos

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J. MAIQUES / Burgos

No se dejó nada guardado la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, en la víspera del inicio de la campaña electoral. En su visita ayer a la capital, tuvo tiempo para hablar de la ciudad, de la que dijo, después de dar un paseo por el centro, que «está maravillosa» y que se nota la mano de Lacalle y Aparicio. Se refirió a los candidatos al vaticinar que la número tres al Congreso, Gema Conde, será diputada con toda seguridad, y al aventurar que «el cuarto probablemente también saldrá». Y se explicó: «A mí no me chocaría 'nada' (y lo recalcó) que a Juan Carlos Aparicio o a Sandra Moneo les ofrecieran otro tipo de cargo» tras ganar los comicios generales del 20-N.

Después de esto, y de señalar también que todos los españoles deben estar agradecidos a Jaime Mateu y a sus familiares (víctimas del terrorismo de ETA), Aguirre se soltó y fijó su objetivo. Señaló a Zapatero y a Rubalcaba como los responsables de los cinco millones de parados y del 46% de tasa de desempleo juvenil, los apuntó como los culpables de, con la memoria histórica, «resucitar las dos españas para enfrentar a los españoles», de ser el hazmerreír político en el resto del mundo, de «acabar con el consenso constitucional» y de aprobar, pese a no llevarlo en su programa electoral, una ley del aborto mucho más permisiva con quienes desean interrumpir el embarazo.

En ese repaso a las políticas socialistas, la presidenta de la Comunidad comparó los siete años y medio de Zapatero y Rubalcaba con los ocho de Aznar y Rajoy. Y también se acordó de la crisis que dejó Felipe González cuando salió de la Moncloa para contraponerlo también al Gobierno del Partido Popular. «Ya lo hicimos en 1996 y estamos en condiciones de volver hacerlo», señaló con entusiasmo. En este sentido, Aguirre se refirió a que el PP, a pesar de que se encuentra con una herencia difícil, será capaz de volver a generar empleo y de recuperar el prestigio internacional.

Del mismo modo, y aunque se mostró convencida de que «en 18 días España va a tener el Gobierno que necesita» (por el PP), también fue cautelosa. Recordó el lema de su partido en Madrid, «pico y pala», y animó a trabajar hasta el último momento para ganar las que, según dijo, son las «elecciones más importantes de la historia» de la democracia española.

El PSOE, a la desesperada

Aguirre avisó de que «el socialismo se sabe perdedor e intenta cazar votos a la desesperada». Y aquí, la presidenta puso el ejemplo del vídeo de campaña del PSOE y los culpó de buscar el «enfrentamiento entre ricos y pobres».  Una polémica «hipócrita», ya que ellos llevan a sus niños a esos colegios privados que desprestigian.

Aguirre consiguió llenar el salón del Hotel NH Palacio de la Merced en un acto al que acudieron alrededor de 200 simpatizantes del PP.

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