El tercer 'Scooter Fest' recorre parte del Camino del Destierro del Cid

M. R. / Burgos

La mañana era la adecuada para un destierro como el que se describe en el Cantar del Mío Cid. Lluvia, viento y frío acompañaron a los valientes que ayer se congregaron frente al Museo de la Evolución para participar en la tercera edición del 'Burgos Scooter Fest', que este año se ha centrado en el Camino del Destierro, según explicaba ayer uno de los responsables del Scooter Club Burgos, Gonzalo Letona.

Cada concentración de estos aficionados tiene una temática concreta. El primer año se dedicó al camino de la Evolución, «partimos desde el Museo y fuimos a Atapuerca». Y en el segundo encuentro, los protagonistas fueron los campos de Castilla, con parada en Villadiego incluida.

Una de las principales actividades de la concentración motera, en la que había inscritos cerca de 80 aficionados -y dueños- de vespas y lambrettas procedentes de Burgos y de diversas provincias limítrofes. El recorrido, de unos 60 kilómetros, partía a media mañana, con la incómoda compañía de la lluvia y el mal tiempo, desde el Complejo de la Evolución. Entre los lugares principales de visita destacaban Vivar del Cid y Modúbar de San Cibrián.

El objetivo de este tercer encuentro es simple, según explica Letona, «es la filosofía de las carreteras secundarias, disfrutando del paisaje, sin prisas». El denominado 'slow travel', un turismo tranquilo, una manera de recorrer lugares a la que se adaptan a la perfección este tipo de motocicletas.  «Una manera de disfrutar un poco de la naturaleza, las motos, los amigos», resume Letona. Siguiendo con esta filosofía, el encuentro continuaba ayer con un café musical en el Carabás, en la calle del Carmen, que se prolongará en el hotel Corona de Castilla mediante una cena y una sesión de Dj's.