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Valentina, la primera niña de 2017

La primera burgalesa del año nació a las 8.45 horas y pesó al nacer 3.390 gramos / Sus padres, de Villarcayo, emprendieron el viaje de una hora al hospital tras tomar las uvas

Óscar Soncillo y Ainara Fasano charlan tras el nacimiento de su pequeña Valentina que duerme en los brazos de su madre.-RAÚL G. OCHOA

Publicado por
MARTA CASADO
Burgos

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Dormía plácidamente en los brazos de su madre, que a pesar de ser primeriza, ya tenía experiencia cogiendo bebés. Pasaba a los de su abuela materna y no se la oía ni rechistar. La cogía el padre, primerizo, con cierto temor y preguntando a la abuela de la niña como hacerlo. Ni aún así se revolvía. La tranquila Valentina es la primera niña burgalesa nacida en el nuevo año. Abrió los ojos a las 8.45 de la mañana del día de año nuevo tras un parto eutócico con epidural que fue «bastante bien, rápido, bastante mejor de lo que pensaba», decía su madre Ainara Fasano, feliz con su bebé en brazos.

Hasta en el nacimiento Valentina ha sido una niña tranquila. El viernes la revisión rutinaria dejó un diagnóstico claro: ‘estás muy verde’. El proceso maduró durante el día de Nochevieja y tras la cena, Ainara comió las uvas «como pude porque noté las primeras contracciones». Era el momento de coger el coche con el padre de la criatura, Óscar Soncillo, y la familia de ella. Durante la hora de trayecto por la carretera que une Villarcayo con la capital, en una de las noches más frías que se han producido en toda España con registros de nueve bajo cero, Ainara iba sintiendo las contracciones cada vez más cortas. Había llegado el momento.

A las dos de la madrugada llegaron a Urgencias y los padres primerizos pudieron abrazar a su pequeña a las 8.45 horas. «El parto fue muy rápido y la atención que nos han prestado, nosotros que no sabíamos como era esto, ha sido muy buena y lo queremos agradecer», insistió Óscar.

El embarazo se presentó con muchas náuseas, mareos, vómitos especialmente en verano cuando aún Ainara trabajaba como cocinera. Pero todo ese malestar «mereció la pena porque la niña ha estado perfecta siempre». El parto estaba previsto para el día 30. Así que Valentina cumplió y al menos dejó pasar la cena de Nochevieja y que sus padres comieran las uvas antes de empezar los nervios del primer alumbramiento. Ahora con Valentina en brazos, y ligeramente cansada, Ainara se muestra feliz. «En casa ya estaba todo listo, solo nos faltaba ella y ya la tenemos aquí». Rosada, dormida y muy tranquila vestida con un simpático gorro naranja de Papá Noel celebrará los cumpleaños en Año Nuevo, como su tío paterno.

Su padre, Óscar, no será el primer burgalés que pueda disfrutar de la baja por paternidad de un mes. «Soy autónomo, trabajo en el sector forestal, y va a ser que no seré el primer burgalés en tener la baja de un mes», señaló con resignación. Al mismo tiempo apuntó que sería necesario igualar estos derechos porque los autónomos siempre parecen estar en un segundo plano en derechos laborales y de las bajas, mejor no.

Valentina fue un primer bebé del año en Burgos pero en Castilla y León la más madrugadora fue Cristina que nació en Ávila a la 1,10 de la madrugada. El registro de los primeros bebés del año en la región va a parar a Ponferrada donde Hugo abrió los ojos por primera vez a las 3.15. Cinco minutos después lo hacía Alejandra en León y veinticinco minutos después una niña en Valladolid. Yasín esperó a las 5.12 horas para llegar a este mundo en Segovia. Después llegó Valentina y, tras ella, Javier en Salamanca que nació a las 10.23 de la mañana de Año Nuevo. En Palencia, Soria y Zamora los estaban esperando a última hora de la tarde de ayer.