Cerrar

El norte de Burgos sirve de ejemplo de prevención de fuegos con el ‘Plan 42’

Cincuenta expertos forestales conocieron en primera persona el modo de trabajo de la Junta y los ganaderos en Valdebezana

-

Burgos

Creado:

Actualizado:

J. C. R. / Burgos

Cincuenta profesionales forestales de todo el Estado se reunían este fin de semana en Socillo para conocer sobre el terreno la aplicación práctica del Plan 42 y su concepto de prevención de incendios. Castilla y León, y el norte de Burgo en concreto, son expertos en prevención y constituye una acción «pionera» en España

 La Asociación de Forestales de España (Profor), en colaboración; los técnicos del Plan 42 de la Junta de Castilla y León y el Servicio Territorial de Medio Ambiente de Burgos, desarrollaron unas jornadas sobre gestión de pastos y prevención de incendios y durante tres días analizararon el impacto que han tenido las medidas del ‘Plan 42’ sobre todo en la reducción del número incendios a través de este tipo de gestión.

En Las Merindades tienen ya una amplia experiencia dado que el técnico forestal  Ángel de la Fuente lleva ocho años trabajando en colaboración con la población de la zona, especialmente los ganaderos, para conseguir reducir el número de incendios a través de la gestión de los pastos, la promoción de la carne de potro o la gestión apícola, entre otras acciones.

El problema de los incendios en Castilla y León es «fundamentalmente un problema social», apuntan desde la organización del encuentro, ya que estos tienen en un alto porcentaje están originados por actividades humanas. La respuesta pasa por trabajar con y para las personas. Con este objetivo la Junta de Castilla y León aprobó en enero de 2002 el plan de medidas preventivas contra incendios forestales de la región: ‘Plan 42’ que se estructura en tres grandes programas, uno de prevención activa, un segundo de prevención indirecta y otro de implantación y seguimiento del Plan.

Las tareas de concienciación no han sido fáciles, dado que estaba muy arraigada en el ganadero la costumbre de prender fuego y arrasar con la vegetación para obtener pastos; pero ahora, según explicaron los mismos técnicos de la Junta de Castilla y León que trabajan en esta zona, los ganaderos aceptan este tipo de trabajo porque a la larga ven como sus explotaciones son rentables y contribuyen a mejorar el medio.

Cargando contenidos...