El XII Encuentro Calzada Romana congregó a 170 participantes

GERARDO GONZÁLEZ / Briviesca

La antigua calzada romana que unía las entonces villas de Segisamunculun y Virovesca recuperó durante unas horas su tránsito en la doceava edición del encuentro que contó con 170 inscritos.

Como es costumbre en esta cita que une cultura con senderismo un buen número de asistentes vestían la ropa de la época de las legiones romanas y la tribu autrigona.

Este año la meteorología no ha resultado favorable para los participantes que se encontraron con tramos embarrados y lluvia intermitente.

Se da la peculiaridad que las zonas en peor estado para los caminantes eran las que el paso del tiempo y de vehículos modernos han dañado mientras que en la mejor conservada apenas se acumulaba barro.

Esto es así por la pericia de los ingenieros del Imperio Romano que cuidaban al detalle estas vías de comunicación en todos los aspectos de la construcción.

Precisamente el diseño de construcción de la traza facilita hoy en día ser recorrida por los senderistas ya que apenas existen pronunciadas cuestas además de ser el camino más corto entre Briviesca y Cerezo de Río Tirón.

También el drenaje de la calzada se tuvo en cuenta hace más de dos mil años y las partes que conservan el grijo primitivo apenas mantenían charcos, además de ofrecer un firme apto para los peatones.

Esto resultaba clave en la época que por la calzada circulaban los carros y caballerías romanas, especialmente por un detalle que los especialistas señalan como primordial para identificar estas vías, ya que la herradura no existía en aquella época.

Al igual que en el pasado esta calzada sirve actualmente para mantener el vínculo entre la comarca burebana y la Riojilla Burgalesa con el objetivo de poner en valor este antiguo legado además de evitar su desaparición. Más información en edición impresa