Más de un millar de romeros acudieron a la apertura del juego de la Taba

GERARDO GONZÁLEZ / Briviesca

El santuario de Santa Casilda fue escenario -como hace ya desde hace más de dos siglos-, el secular acto religioso de la Rogativa y la apertura del profano juego de la taba que convierte a la capital burebana por una noche en un gran casino. Cita que, con ayuda del buen tiempo de este año, reunió ayer en la campa del santuario a cerca de un millar de romeros. Afluencia que vuelve a confirmar el tirón de esta singular tradición briviescana, que cuenta con la declaración de fiesta de interés regional desde 2000.

Como es costumbre, la rogativa mantiene sus tradicional carácter desde el año 1794, en el que la corporación briviescana rogó la ayuda de Santa Casilda para frenar una devastadora epidemia. El símbolo de unión entre el clero local y el del santuario se escenifica así, con la llegada de la cruz de San Martín -seguida de la comitiva de autoridades-, a la entrada del santuario, donde es recibida por la cruz de Santa Casilda con un ‘beso’, para  emprender juntas la procesión.

Tras ésta, el oficio religioso, momento previo a la apertura de forma oficial -por parte de las autoridades invitadas y en la propia puerta del templo-, del juego de la taba.

Tal y como marca el protocolo, la apertura del juego de la taba correspondió al delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Burgos, Baudilio Fernández-Mardomingo, al lanzar en primer lugar el astrágalo del cordero sobre la mesa. La siempre caprichosa Fortuna este año se ensañó de forma especial con los representantes institucionales, a excepción del subdelegado del Gobierno en Burgos, José María Arribas, cuyo buen tino dejó asombrados a los apostantes.

Tras una ‘exitosa’ apertura para los jugadores del representante autonómico -que con un ‘culo’ cedió su lugar al presidente de la Diputación Provincial, César Rico-, el presidente provincial repitió casi a la par la suerte de su predecesor al no lograr ‘carne’ en sus tiradas.

La racha de los apostantes, frente a las autoridades, se rompió de forma contundente al coger la taba el representante del Gobierno de España en la provincia quien, en su primer lanzamiento, sacó ‘carne’ y recogió ganancias.

No se amedrentaron los jugadores, y nuevamente la mesa se llenó de apuestas, animados por los resultados precedentes. Pero nuevamente, la Fortuna se colocó del lado de Arribas con otra ‘carne’.

Pese a la ‘letanía’ entonada por los apostantes para que el hueso del cordero les fuera favorable, otras tres ‘carnes’ consecutivas colocaron al representante estatal en el ranking histórico de efectividad en la apertura del juego. Cerró la rueda de tiradas institucionales el alcalde de Briviesca, José María Ortiz, quien corrió idéntica suerte que sus homólogos regional y provincial tras sacar un ‘culo’ en su primera tirada.

Con la conclusión de la popular apertura del juego, la fiesta se trasladó a la campa donde, tras la tradicional bendición de la paella por los representantes eclesiásticos, los romeros recogieron sus raciones acompañadas de pan y vino.