La apertura de la estación de esquí de Lunada sigue en el aire

Si bien el anuncio en octubre de 2014 de que la estación de esquí de Lunada volvía a salir a concurso alegró a muchos, dichas esperanzas han quedado frustradas a la par que la temporada invernal avanza, ya que la instalación mantiene sus puertas cerradas. Culpa de todos o de nadie, la verdad es que, a día de hoy mitad de febrero, «los amantes de la nieve volvemos a ver cómo nos quedamos, un año más, sin una de las pocas dotaciones de invierno con que contamos en la provincia, y ya son dos, con peligro de ser tres».Quien así habla es José Borge, presidente del Club Deportivo Lunada, cuyos miembros realizarán hoy sábado una marcha que, con salida a las 10 horas del cruce de entrada a la estación, recorrerá los 2,5 kilómetros de acceso a ésta, con el Pico de la Miel como meta. «Es para reivindicar su apertura, ya que algunos llevamos toda la vida disfrutando de la estación y ahora no podemos». Lo que hace «que tengamos que organizar viajes fuera -como el que tienen previsto para marzo a Francia, en lugar de impulsar un recurso turístico local».Pasión por el esquí que le llevó en 2013 a crear junto a un grupo de amigos, el Club Deportivo Lunada, cuya presentación tuvo lugar en enero, acto que se aprovechó también para reivindicar la apertura de la estación. Borge comenta que «nuestra intención nunca fue atacar a nadie» ya que, como explica, el fin de las cuestiones planteadas aquel día «era saber por qué, tras decidirse el Ayuntamiento de Espinosa a reabrirla, aprobar un concurso para ello y adjudicarlo, Lunada seguía cerrada».Nacido sin ánimo de lucro, el club trazó un programa -también presentado en aquella cita-, de iniciativas de ocio y formación organizado por el club, para reactivar el lugar. Se incluían, entre otras cosas, cursos de esquí para niños a cargo de miembros de la agrupación o excursiones desde colegios tras acuerdos con empresas de autobuses para su traslado, así como precios especiales.«Sin embargo, la empresa nunca ha querido reunirse con nosotros para ver cómo ponerlas en marcha de forma coordinada», reprocha. «Y el Ayuntamiento se cree engañado pues la empresa mantiene cerrada una dotación que hasta hace dos años que se cerró, acogía fácilmente a cerca de 400 personas», recuerda Borge.Decisión antes de marzoDesde la empresa, la versión es algo diferente, a pesar de lo cual, sí reconocen que lo que iniciaron como «un proyecto ilusionante en el que teníamos puestas muchas ganas e iniciativas, se ha convertido en un producto fallido que estamos estudiando en la actualidad si podemos seguir manteniendo o finalmente abandonaremos», lamenta Ignacio Alonso, responsable de la empresa gestora Lunada Montaña Viva. Por ello, añade, «estamos analizando el punto en que nos hallamos, ya que antes de marzo queremos dar una respuesta al Ayuntamiento, con quien nos vincula un contrato».Alonso defiende que el proyecto con el que concursaron pretendía recuperar la instalación mediante la promoción del espacio natural así como de una serie de propuestas para todos los públicos, «con los que por un lado recuperar ese carácter familiar, pero también ofertar propuestas innovadoras con las que atraer nuevo público».Sin embargo, narra que el primer tropezón lo recibieron ‘en casa’, cuando algunos de los socios abandonaron el proyecto, a la vez que también fallaron varias subcontratas con las que tenían acordados ciertos servicios. «A lo que se sumó uno de los peores temporales sufridos por el país en décadas, «lo que dificultó aún más la situación», recalcó. Complicación que les impidió incluso tener los accesos despejados, los cuales permanecen aún hoy cubiertos de nieve, situación por la que siguen recibiendo críticas.«Pero también hubo cierta incomprensión local», alega Alonso quien afirma estar abierto a estudiar cualquier propuesta. «Quizás querían mantener la dotación como hasta entonces, mientras nosotros buscábamos introducir novedades que atrajeran también a otro público, no sólo familias y escolares».Y en medio, el Ayuntamiento de Espinosa cuyo alcalde, José Carlos Peña, confiesa sentirse decepcionado, «ya que la estación no sólo es una propuesta turística sino un lugar que muchos de la zona recuerdan desde siempre». Por ello, asegura que los técnicos estudian ya la posibilidad de recuperar la gestión «si la empresa no garantiza el servicio acordado». Asimismo, rechaza las quejas de ésta de haberse hecho cargo a mitad de temporada, «algo que tenían que haber previsto pues se les adjudicó en septiembre».