BUREBA
Los manantiales históricos se recuperan como atractivo turístico
Las abundantes precipitaciones que se han producido a lo largo del presente año han permitido la recuperación de sus caudales habituales tras años bajo mínimos
El agua es un elemento que habitualmente pasa desapercibido dentro de los atractivos turísticos, salvo que se le enmarque en infraestructuras destinadas a su explotación concreta. No obstante las características geológicas de la comarca burebana confieren al agua subterránea unas particularidades que la dotan de un atractivo singular.Poco conocido -pero de gran utilidad a la hora de conocer este patrimonio natural-, es el estudio sobre manantiales históricos de la comarca en el que se detallan las características de los más conocidos. Las abundantes precipitaciones de este año han permitido que los caudales subterráneos se recuperen en la zona, con lo que muchos de ellos han vuelto a brotar con fuerza.Cabe destacar que la mayoría de estas fuentes naturales de agua no se encuentran simplemente aisladas en el territorio, sino que en sus aledaños se localizan importantes atractivos tanto culturales como arquitectónicos. Esto no es algo novedoso, ya que fueron precisamente las propiedades curativas de los Lagos de San Vicente los que atrajeron a La Bureba a Santa Casilda.De la variedad de tipos de agua que brota del subsuelo burebano da fe que muchos de ellos estén oficialmente catalogados como medicinales, o destinados a su consumo como agua mineral embotellada. También se encuentran sin embargo, otros no aptos para el consumo humano, pues su alta salinidad supera incluso a la del agua de mar, lo que ha dado lugar a ser explotados para la producción de sal.Respecto a los primeros, los más destacados por su antigüedad y pasado histórico son los que abastecen a los pozos Blanco y Negro de Santa Casilda, aunque no son los únicos. Así, en la localidad de Santa Olalla de Bureba se localiza un poco conocido manantial medicinal que alcanzó gran predicamento en el pasado, al estar ubicado en el Camino Real que cruzaba la comarca.Propiedades singularesEl otro tipo de manantial es bastante más común en la comarca, y se localiza en puntos tan distantes como la localidad de Quintanaurría, Oña, Castil de Lences o Llano de Bureba, cada uno de ellos con tipologías distintas.Incluso en el último de los mencionados, sus propiedades son especialmente singulares, ya que proviene de una fuente de agua termal casi única en la provincia, aunque el proyecto de aprovechamiento quedó paralizado hace unos años.Finalmente, la presencia de manantiales salados naturales es bastante más frecuente de lo que se conoce, puesto que la extracción de Poza les ha relegado a un segundo plano. Tal es el caso de los existentes en Salinillas de Bureba o Terrazos, así como otros que aparecen de forma puntual cuando la capa freática aumenta hasta los depósitos de sal subterráneos.Obviamente, la presencia desde siglos atrás de pobladores en la zona, han dotado a estos pueblos de interesantes elementos patrimoniales -además de los naturales-, que amplían las posibilidades de atraer visitantes.Con toda esta suma de elementos se considera que se puede articular una muy importante oferta de turismo en el que se funde arte, historia y naturaleza, tomando como punto de referencia los manantiales burebanos.La suma de todos los recursos hace por ello muy factible la articulación de interesantes rutas monográficas, e incluso la potenciación de otras ya establecidas, como la Vía de Bayona, o desaparecidas con el paso del tiempo como la de los Canónigos.