San Bernabé registró más de 2.100 visitas en seis días
La Cueva Ermita de Ojo Guareña se consolida como destino turístico
Turistas recorren la Cueva Ermita de San Bernabé para contemplar sus maravillas.-ISRAEL L. MURILLO
No solo de procesiones vive el turismo durante Semana Santa. En el caso de la provincia, las propuestas culturales y de ocio en entornos naturales constituyen una alternativa capaz de asegurar un elevado número de visitantes en este periodo vacacional. Prueba de ello es la Cueva Ermita de San Bernabé, ubicada en el complejo kárstico de Ojo Guareña, cuyas expectativas respecto a la recepción de público se han superado con creces.Desde su apertura el pasado 31 de marzo y hasta el 5 de abril, un total de 2.142 personas recorrieron los cerca de 400 metros de galería de la Cueva de San Bernabé y, al mismo tiempo, disfrutaron del patrimonio cultural de la ermita de San Tirso, comúnmente conocida como San Bernabé. De esta forma, el número de visitantes experimentó un incremento del 24% respecto al año pasado en el mismo periodo vacacional.Con más de 400 turistas durante los días centrales de Semana Santa, el viernes 3 de abril fue, sin lugar a dudas, el día de mayor éxito, ya que se alcanzó la cifra de 527 visitantes. Según apuntan desde la Comisión de Seguimiento de San Bernabé, «hemos tenido mucha gente», por lo que «muchos no pudieron entrar».Aunque el enclave se ubica en territorio burgalés, concretamente en el municipio de Merindad de Sotoscueva, la presencia de turistas locales apenas alcanza el 12% del total. Y es que en términos de procedencia, la mayoría de visitantes provienen del País Vasco (35%), seguidos de castellano y leoneses (26%, incluyendo los de Burgos), madrileños (14%) y cántabros (6%). No obstante, desde la Comisión recalcan que «hemos tenido visitantes de toda España».Concebido como «un acercamiento al resto del complejo kárstico de Ojo Guareña», el recorrido por la Cueva Ermita de San Bernabé permite contemplar monumentos religiosos como la Pila del Santo, la galería de Silos o diversas pinturas murales de origen anónimo que narran los milagros y martirios del Santo y cuya datación se sitúa entre 1705 y 1877. Para amenizar la visita y ofrecer un aliciente interactivo, la visita guiada incluye una proyección de 10 minutos de duración.