La población de Castilla y León respira un aire “perjudicial para la salud”, según Ecologistas en Acción
La organización sostiene que la totalidad del territorio de la Comunidad está expuesto a niveles de contaminación que dañan la vegetación
La población de Castilla y León respira un aire “perjudicial para la salud”, en función de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y la totalidad del territorio está expuesto a niveles de contaminación que dañan la vegetación, según recoge el informe ‘La calidad del aire en el estado español durante 2015’, elaborado por Ecologistas en Acción.En ese sentido, la organización explicó que Castilla y León presenta dos áreas con una importante contaminación; una situada al norte, en el entorno de las centrales térmicas de León y Palencia, caracterizada por las emisiones contaminantes de estas actividades industriales; y otra al sur de las provincias de Ávila, Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora, en la que la contaminación emitida desde la Comunidad de Madrid y el área industrial de Oporto se extiende en la forma de ozono troposférico.Asimismo, Ecologistas sostuvo que no tiene conocimiento de la elaboración ni aprobación por la Junta de ningún plan de mejora de la calidad del aire, por las superaciones del valor objetivo legal de ozono en las zonas del centro y sur de la Comunidad. Además, señaló que el Gobierno autonómico alegó en el verano pasado por un plan nación de ozono.Durante el año 2015, el contaminante que más incidencia presentó en Castilla León fue el ozono troposférico. Ecologistas contabilizó cuatro estaciones que rebasaron las 25 superaciones permitidas al año (como media del trienio 2013-2015) del valor objetivo octohorario fijado por la legislación europea y española: Cementos Portland 1 (Venta de Baños, Palencia), Segovia, Muriel de la Fuente (Soria) y San Martín de Valdeiglesias (Madrid), con respectivamente 26, 29, 33 y 28 superaciones.Considerando el valor octohorario recomendado por la OMS (más estricto que el de la Unión Europea), prácticamente todas las estaciones de Castilla y León rebasaron de largo las 25 superaciones al año del valor recomendado, si bien para el mismo la OMS no establece número de superaciones máximo. Las estaciones que peores registros presentaron, con más de 75 superaciones (el triple de las 25 superaciones tomadas como referencia) fueron las de San Martín de Valdeiglesias (Madrid), La Robla (León), Venta de Baños (Palencia), El Maíllo (Salamanca), Salamanca, Segovia, Muriel de la Fuente (Soria), Medina del Campo (Valladolid), Peñausende (Zamora) y Zamora.La estación de Segovia registró 115 superaciones, es decir que un tercio de los días del año -o tres quintos de la primavera y verano, que es cuando se forma este contaminante-, sobrepasó el valor octohorario recomendado por la OMS.Por otra parte, la organización indicó que una de las cinco estaciones de referencia en la Comunidad para la evaluación de los niveles para la protección de la vegetación (El Maíllo, en Salamanca), se ha superado el objetivo legal establecido para el ozono en el quinquenio 2011-2015, encontrándose las de Medina de Pomar (Burgos), Muriel de la Fuente (Soria) y Peñausende (Zamora) muy por encima en 2015 del objetivo a largo plazo. “Puede concluirse que la totalidad de los cultivos, montes y espacios naturales de Castilla y León están expuestos a niveles de ozono que dañan la vegetación”, señaló.En partículas PM10 las estaciones de Aranda de Duero, Miranda de Ebro, La Robla, León, Ponferrada, Toral de los Vados, Guardo, El Maíllo, Salamanca, Segovia, Soria, Medina del Campo y Valladolid sobrepasaron el valor medio anual o diario recomendado por la OMS, mientras que en partículas PM 2,5, los valores recomendados por la OMS se rebasaron en las estaciones de las ciudades de Burgos y Valladolid.Ni en partículas, ni en dióxido de nitrógeno ni en dióxido de azufre se han observado incumplimientos de los valores límite legales, aunque en el caso del dióxido de azufre la reactivación de la quema de carbón en las grandes centrales térmicas ha provocado que se haya superado la recomendación diaria de la OMS en la aglomeración de León, El Bierzo y las Montañas del Noroeste de Castilla y León.Sobre la evaluación de los niveles de metales pesados (arsénico, cadmio, níquel y plomo), obligada por la normativa, se realizó a partir de mediciones “muy escasas”, con una cobertura temporal inferior al tres por ciento del año. Destacó que para la elaboración de este informe sólo se ha dispuesto de información sobre los niveles de hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) en las aglomeraciones de Burgos y de Valladolid.Finalmente, Ecologistas criticó los cambios realizados en los últimos años en la red de medición de la Comunidad, “en la que varias estaciones que registraban superaciones para distintos contaminantes han sido trasladadas a parques o zonas peatonales o lugares periurbanos”, por las que circula mucho menos tráfico y que son, a su juicio, “lugares no representativos de la contaminación”.