Alcahuete de extrañas parejas

«Queremos que el público se sienta en un contexto muy diferente y que vea cada una de estas sesiones como algo único. Eso es lo importante. No nos gusta que vengan los típicos speakers que sueltan la misma conferencia en todos los foros. Intentamos cambiarles el rol y que hablen de cosas que a priori no son de su incumbencia, pero que combinadas con las de otros profesionales propician un juego muy interesante». El coordinador del III Foro de la Cultura, Óscar Blanco, director de la empresa Cultura & Comunicación, abomina de un encuentro acomodaticio y apuesta por el desconcierto, la inquietud o la curiosidad. Aunque ayer avanzó los primeros nombres del cartel, a desplegar del 9 al 11 de noviembre, el desafío radica en cómo se emparejarán para conseguir que cada cita sea única.Adelantó que mantendrán un diálogo el gerontólogo Aubrey de Grey, que augura que pronto el ser humano podrá vivir más de 1.000 años como un chaval o que se detendrá el envejecimiento con una inyección, con la investigadora María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), que cogió el guante con algunos reparos iniciales.Y es que la misma confusión que busca provocar en el público quiere que trastoque al invitado. Recuerda que cuando llamó al alpinista Carlos Soria, que a sus 78 años afrontará en septiembre uno de los dos ochomiles que le faltan, le espetó qué pintaba él en una actividad así. «Esa es la pregunta que queremos que nos hagan los ponentes porque siempre buscamos sacarlos de su zona de confort y llevarlos a un sitio donde pueden sufrir al compartir sus experiencias con gente que es completamente opuesto profesionalmente y en su forma de entender de vida», apuntó Blanco, acompañado en la rueda de prensa por representantes del Ayuntamiento, Lorena de la Fuente; Fundación Caja de Burgos, Rubén Requejo; La Caixa, Alberto Navarro; y la Junta, Blanca González.A los citados tres nombres propios se suman un buen puñado más pertenecientes a dispares ámbitos.

El III Foro de la Cultura, consagrado a la tecnología y el humanismo, será más internacional que nunca. Contará con el politólogo y profesor austriaco Christian Felber, que defiende un nuevo modelo social y económico basado en el bien común, la solidaridad, la cooperación o la sostenibilidad; el futurista y escritor alemán Gerd Leonhard, experto en contenidos digitales; el japonés Takanori Shibata, creador del robot terapéutico Paro, programado para dar cariño; el investigador David Weinberger, del Centro Berkman para Internet y Sociedad de Harvard; la investigadora en el Autonomy Institute María Dada; y Risë Wilson, directora de programación de The High Line de Nueva York, el parque elevado construido en una antigua vía de ferrocarril.Llegarán a orillas del Arlanzón el biólogo Ginés Morata, Premio Príncipe de Asturias de Investigación en 2007; la antropóloga, ingeniera, profesora y activista Yayo Herrero; el director de Change.org España, José Antonio Ritoré; el cofundador de Arduino, David Cuartielles, compañía que crea dispositivos digitales e interactivos; y el director de Desarrollo Organizativo de ASTI y experto en Industria 4.0, Rubén Martínez.

La nómina se completa con el cineasta Álex de la Iglesia; el guionista Jorge Guerricaechevarría; José Luis de Vicente, comisario de Sónar+D, área de innovación de este festival; el ilustrador Alfonso Zapico (Los puentes de Moscú); la bióloga celular, humorista y divulgadora Helen Pilcher (Que vuelva el Rey); los periodistas y escritores Marta Peirano y Antonio Lucas; el director de Radio 3, Tomás Fernando Flores; el de Medialab Prado, Marcos García; y el burgalés Óscar Esquivias.

‘Burgos Experimenta’, un laboratorio con vistas al futuro

Uno de los retos del Foro de la Cultura, afirma Óscar Blanco, es la involucración del tejido social de la ciudad. Con ese fin se realizó el proyecto ActivaCciones en la primera edición y el programa de talleres Tecnologías ciudadanas, el pasado otoño. A este último hilo se engancha Burgos Experimenta, un laboratorio abierto a colectivos, asociaciones, instituciones y personas para generar proyectos que tengan una aplicación en la ciudad y sirvan para su progreso.«Se trata de habilitar un lugar donde los vecinos se puedan encontrar, crear equipos de trabajo con gente que no se conocía, con perfiles distintos, en proyectos que ellos mismos propongan», resume Marcos García, director de Medialab Prado de Madrid, con un programa similar, quien marca como eje la experimentación. «Normalmente, en las políticas públicas no se suele fomentar, se busca el resultado, pero el ámbito de la cultura es un campo propicio para trabajar sin esa presión. A partir de la puesta en marcha de las ideas uno va aprendiendo, cometiendo errores, cogiendo distintas direcciones...».García asegura que ese espíritu de laboratorio arroja mejores resultados con prototipos de aplicación directa -en Medialab Prado han conseguido proyectos de entornos de juego para niños, mediciones de la calidad del aire, mejora de Wikipedia o prótesis para niños hechas en impresoras 3D- y, además, pone en marcha comunidades de aprendizaje, «que ayudan a mejorar la cohesión social».Esta actividad, a celebrar en la vieja estación de tren, comenzará en septiembre con unos encuentros abiertos en los que se identificarán las áreas de interés y necesidades de la urbe así como los actores interesados en participar. De ahí se lanzará una convocatoria para la presentación de propuestas y un comité de expertos elegirá cinco sobre las que trabajar. Durante el Foro de la Cultura, se presentarán y se seleccionarán quiénes lo desarrollarán y en enero se celebrarán los talleres de producción y se decidirá el sentido o no de su continuidad.