El Burgos BH, más allá de la competición

El Burgos BH afronta a partir del sábado su primera grande. El conjunto burgalés ha ido quemando etapas hasta llegar a la categoría Continental-Profesional, lo que le permitirá disputar la Vuelta a España por primera vez gracias a la invitación de la organización. En lo deportivo, los deberes están hechos. Los 8 corredores elegidos llegan a la ronda con un buen golpe de pedal y con la ilusión por las nubes. Será la carretera la que ponga a cada uno en su sitio. Aunque participar en una prueba de este calibre va más allá de lo estrictamente deportivo y son muchos los aspectos que el equipo debe cuidar y tener muy presente.

Mientras los ciclistas velan armas y ultiman los detalles, en el Hotel Ciudad de Burgos la actividad ha sido frenética en los últimos días para que nada falle en esta primera experiencia. Julio Andrés Izquierdo, manager general de la formación castellana, se ha encargado de que todo esté en su sitio antes de que los vehículos partieran hasta Antequera. Ya se encuentran en tierras andaluzas y la cuenta atrás ha comenzado.

El Burgos BH desembarca en la Vuelta a España con una flota de 7 vehículos, en la que hay 1 camión, 1 autobús, 1 furgón y 4 coches. La infraestructura del conjunto local está a la altura de algunos de los equipos de máxima categoría y es que la imagen es una faceta que Izquierdo siempre ha cuidado con mimo.

Los 8 corredores que tratarán de dejar el pabellón del equipo burgalés muy alto estarán acompañados por otras 16 personas que tratarán de facilitarles las cosas y que ellos solo se preocupen de dar pedales. A Antequera han viajado 4 masajistas, 4 mecánicos, 1 encargado de prensa, 1 médico, 2 directores, a los que hay que unir al manager general, 2 chóferes de vehículos pesados (camión y autobús) y 1 encargado de logística que trabajará junto a Julio Andrés Izquierdo.

Los números siguen aumentado y es que el Burgos BH transporta 40 bicicletas, 30 juegos de ruedas -más las que llevan las propias bicicletas-, ropa para la competición, ropa de calle, así como 4.000 botellines. También han desplazo a Antequera 2.000 litros de agua, varios kilogramos de arroz, leche, y soja -es para que los ciclistas coman nada más acabar la carrera en el autobús-. Para la competición llevan más de 3.000 geles y un número similar de barritas energéticas, a lo que hay que sumar preparados isotónicos y recuperadores.

Aunque con esta previsión de víveres no pasarán la carrera. «Tendremos que comprar en varios sitios porque se nos agotará lo que hemos llevado. Todo esto es para empezar, pero habrá que ir reponiendo varias cosas», explica Julio Andrés Izquierdo.

El manager general calcula que el desembolso que ha tenido que hacer el equipo es de alrededor de 50.000 euros para que nada falta en la que será la cita más importante de la historia del equipo burgalés.