El UBU Colina Clinic no descarta la suspensión

BURGOS

El UBU Colina Clinic comienza a asumir que la temporada puede haber llegado al final del trayecto antes de tiempo a causa de la crisis del coronavirus. Todavía se trata de una conjetura, pero el paso de los días refuerza una teoría que puede convertirse en una necesidad para los equipos por razones sanitarias, deportivas y económicas. La Federación Española y los clubes de División de Honor tratarán hoy la situación por videoconferencia.

El conjunto gualdinegro tenía previsto reanudar de inmediato los entrenamientos, pero el anuncio del estado de alarma del Gobierno de España obliga a los responsables del club de San Amaro a mover ficha para adaptarse a la situación actual del país. De momento, la plantilla dispondrá de una semana más de permiso a la espera respuestas firmes a todas las preguntas planteadas por los profesionales.

«No sé cómo lo va a hacer la Federación», reconoce David Martín. El máximo responsable deportivo del proyecto burgalés entiende que el problema se acerca a un punto de no retorno y confía en tener certezas lo antes posible para actuar en consecuencia. «Se oyen muchas cosas, pero está claro que ni clubes ni jugadores podremos aguantar esto mucho  tiempo», apunta.

Y es que ninguna solución es buena. Martín asegura que la temporada no puede alargarse más de lo establecido en el calendario porque «mataría el presupuesto» de todos los clubes. Además, el técnico recuerda que la liga española ya se encontraba en un parón por los compromisos internacionales programados en marzo y sería muy complicado encontrar de nuevo el estado de forma óptimo para competir.

«Llevamos parados dos semanas y quedan, como mínimo, otras dos en el mejor de los casos. ¿Cómo competiríamos de nuevo después de un mes con solo una semana de trabajo? Si jugamos en esas condiciones se producirían muchas lesiones», advierte.

Martín buscará estos días junto con la directiva la mejor respuesta a los diferentes escenarios que se puedan plantear. El club de San Amaro sigue a la espera, pero los profesionales empiezan a inquietarse y algún jugador extranjero ya ha planteado a los técnicos la posibilidad de volver a casa de inmediato.

«De momento, les hemos dicho que se queden aquí, pero espero que la FER tome una decisión esta semana», apunta el entrenador del equipo local, impaciente por saber a qué atenerse. «Necesitamos saber qué va a pasar para buscar los billetes a los extracomunitarios y hacer diferentes ‘packs’ de viaje con los sudafricanos y los polinesios, además del caso de algunos jugadores sudamericanos», indica.

Los internacionales Diogo Hasse (Portugal) y David Weersma (Holanda) se encuentran en sus países de origen porque estaban concentrados con sus respectivas selecciones. Por su parte, otros como Pablo Rascón, Nico Rocaries, Juan Aristemuño o Pedro González también están en sus domicilios particulares en este paréntesis forzoso.

El UBU Colina Clinic se reorganiza durante este periodo de cuarentena y asume que, incluso, será difícil que la plantilla mantenga un tono óptimo. «Jorge -Rueda-, el preparador físico, les ha diseñado un plan específico para este tiempo, pero es muy difícil», apunta un Martín resignado y cada vez más convencido de que la escalada clasificatoria del equipo ha finalizado. El aplazamiento de la final de la Copa del Rey hasta septiembre es otro paso adelante hacia la suspensión de la temporada y el UBU Colina Clinic transmite calma tensa debido a la incertidumbre generada estos días.