Vermú rockero en Nochebuena para que ningún niño se quede sin juguetes
Tras el éxito del año pasado, Eslabon y La Rúa convierten en tradición su concierto solidario para que la Asociación Familias con Ucrania reparta regalos y sonrisas esta Navidad
«Teníamos que volver a hacerlo». Aún no había terminado el concierto y los integrantes de la banda burgalesa de rock Eslabon lo tenían claro. También Jacho, gerente de La Rúa. No hacía falta ni decirlo: se acababa de instaurar una tradición. Fuera de la sala, a rebosar a la hora del vermú, el corralito habilitado en la zona de la terraza denotaba el éxito de la convocatoria. Apilados con todo el cariño del mundo, un montón de juguetes donados por los asistentes eran custodiados por voluntarios de Accem para su posterior reparto.
«No dieron abasto y tuvieron que exportar juguetes a otras provincias», recuerda Samu Arnaiz (batería) días antes de la segunda convocatoria. Con las mismas intenciones, esta vez prestando apoyo a la Asociación Familias con Ucrania, Eslabon y La Rúa confían en repetir -e incluso mejorar- la gesta del año pasado este domingo 24 de diciembre a partir de las 13 horas. El lema de la cita, visible en el cartel, no deja lugar a dudas: Ningún niñ@ sin juguete.
«¿Cómo es eso de que hay costumbres que se hacen leyes?», bromea Jacho, «encantado de la vida», después de que Samu agradezca la disposición de La Rúa desde el primer momento. «Esto no existiría sin ellos por mucho que yo ponga la sala», sentencia antes de remachar que «tiene que haber alguien con ganas de hacerlo, de mojarse, de involucrarse y de buscar una ONG que recoja los juguetes para que lleguen a donde tienen que llegar». Dicho esto, lo único que puede añadir es que «ojalá hubiese más cosas así».
Al igual que aquel inolvidable 18 de diciembre de 2022, cada asistente deberá llevar un regalo (o más) para acceder al concierto. Tal y como explica Samu, se buscan juguetes de segunda mano que se encuentren en perfecto estado. «No queremos que se compren para que no haya un excesivo consumismo». Lo que se busca, a grandes rasgos, es que los chavales valoren lo que tienen y que «en casa digan: 'vamos a llevar este juguete para otro niño que lo necesita más que yo'». La solidaridad, aparte de por uno mismo, debe empezar en casa.
Si hablamos de expectativas, «hacerlo el día de Nochebuena es espectacular». La fecha parece idónea porque los peques están de vacaciones y encima cae en domingo. Aún con todo, Samu cede todo el protagonismo a los receptores de los regalos: «La sonrisa del niño que haya recibido un juguete, esa es nuestra expectativa». Y Jacho, igualmente ilusionado con la causa, reconoce que ver a las nuevas generaciones darlo todo en un concierto es «maravilloso». Bailando unos, ensimismados otros... «¿Qué más quiero yo que los chavales escuchen rock & roll?».
Aparte de la recogida el mismo día del concierto, también se pueden depositar juguetes estos días en Fact 4 (plaza Roma) y Barbieca (avenida Reyes Católicos y barrio de La Ventilla). Por ahora, Samu desconoce qué tal está funcionando. Lo que sí sabe es que sus compañeros de trabajo se están portando fenomenal porque ya le han dejado unos cuantos regalos en persona. A este paso, confiesa entre risas, no le quedará más remedio que «cargar la furgoneta con la batería y después volver a cargarla con los juguetes».
Más allá del objetivo fijado y del firme deseo de que este concierto se repita en años venideros, tanto Jacho como Samu no se olvidan del trabajo desinteresado -e invisible- de muchas personas que aportan su granito de arena sin que nadie se lo pida. Es el caso de Sergio López, de Gato Encerrado Records. «Un Eslabon más», apunta el batería de la banda, y no porque sea su mánager (que también). Lo importante, en cualquier caso, es que ha facilitado mucho tan ardua labor gracias a su «buen trato con la gente».