El Correo de Burgos

Tiritirantes: 20 años de risas, aplausos y aventuras como para «escribir un libro»

Al pie del cañón y con nuevo espectáculo en mente, la compañía burgalesa celebra su aniversario en Rubena el 10 y el 11 de mayo con una gran fiesta de circo, teatro, música, magia e incluso fuego

Jacinto Cienfuegos y Óscar Ortiz, los Tiritirantes.

Jacinto Cienfuegos y Óscar Ortiz, los Tiritirantes.TOMÁS ALONSO

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Se parten la caja al recordarlo, pero en su momento se llevaron un susto tremendo. Andaban los Tiritirantes (Óscar Ortiz y Jacinto Cienfuegos) a punto de salir a escena en la plaza de un pueblo de La Rioja lindando con Álava. De repente, vieron a la gente salir por patas. «¡Que viene la vaquilla! ¡Fuera, fuera!», oyeron a lo lejos. Inmediatamente, pusieron pies en polvorosa mientras veían cómo el animal «pasaba por delante» como alma que lleva el diablo.

Dos décadas de historia dan para mucho. En el caso de esta veterana compañía burgalesa, para «escribir un libro de anécdotas». El circo y el teatro, su pasión, les ha abierto infinidad de puertas. Jamás hubiesen imaginado cuando empezaron que rematarían en Dubai, cada uno con «una habitación de hotel más grande que nuestra casa» y una piscina justo encima. Nada que ver con «la casa de la Montserrat», con una especie de chamizo «lleno de botellas de kalimotxo de su chaval» y una estancia de cinco literas. En cualquier caso, estos dos obreros de las artes escénicas saben que el verdadero lujo está en el calor humano.

Estos 20 primeros años han pasado «muy rápido», confiesa Óscar. A su lado, en la nave donde surge y se materializa la magia, Jacinto asiente mientras señala que «el tiempo nos ha tratado bien». Trabajo no les falta, ni dentro ni fuera del país, así que como para quejarse. Lo suyo es como «un matrimonio». De hecho, «pasamos el mismo tiempo juntos que con la pareja y hay temporadas que más», apunta Óscar a sabiendas de que «cada uno tiene lo suyo, sus manías, pero la relación es positiva y en cuanto a espectáculos hemos ido creciendo».

Ortiz y Cienfuegos en la nave donde crean y ensayan sus espectáculos.

Ortiz y Cienfuegos en la nave donde crean y ensayan sus espectáculos.TOMÁS ALONSO

Por mucha carretera y manta que lleven a sus espaldas, los Tiritirantes siguen con «alegría en la furgoneta». Lo más duro de la profesión, eso sí, es la «incertidumbre de si tendremos trabajo y si nuestra pájara funcionará». No cabe duda, tal y como indica Jacinto, que «somos creadores y puede que aciertes o no». Óscar, por su parte, subraya que ganarse la vida con una actividad tan física puede acarrear «dolores y lesiones». Por no hablar de la faena que supone «ir a currar con 39 de fiebre». Al final, mal que pese, «el espectáculo debe continuar».

«Este trabajo tiene algo que no tienen otros. Nadie aplaude al panadero»Jacinto Cienfuegos

Los altibajos se olvidan rápidamente con el aplauso. «Este trabajo tiene algo que no tienen otros. Nadie aplaude al panadero, aunque también se puede dar la vuelta porque el teatro es algo juzgable». Tras la reflexión de Jacinto, su compañero enfatiza la «satisfacción de hacer feliz a la gente». Lo mejor, a su juicio, es «ir a un pueblo pequeño, que te venga una abuelita y te diga: ‘voy a estar contenta toda la semana pensando en lo que me reído'». Si de algo se enorgullece, y lo cierto es que se lo han ganado a pulso, es de consolidar ese «feeling con el público que llena mucho».

Fiesta entre amigos

Al tratarse de un aniversario tan redondo, lo suyo era celebrar el cumpleaños en condiciones. Y a lo grande. Más que nada, porque «la nave se nos queda pequeña para toda la gente cercana a la que queríamos invitar». Después de darle un par de vueltas el año pasado, se decantaron por Rubena, el pueblo de Óscar.

«Siempre apuesta por la cultura aunque sea muy pequeño. Hace dos años hicimos el Proyecto Senda y el pueblo estaba demandando otro festival». Estaba cantado, como bien dice Óscar, que se trata del enclave ideal para organizar una «fiesta bonita». Y aunque cueste lo suyo, Rubena a la calle será una realidad el 10 y el 11 de mayo.

«El pueblo prepara comida para que la gente se quede, todos se vuelcan con este festival»Óscar Ortiz

Si los Tiritirantes tuviesen que dar las gracias a todo el mundo que aporta su granito de arena, tendrían que empezar por los vecinos de Rubena. «El pueblo prepara comida para que la gente se quede, todos se vuelcan con este festival», admite sin olvidarse de aquellos compañeros de gremio que han hecho todo lo posible por formar parte del cartel.

Abrirá la veda el viernes 10 el mago Chema con un taller para todos los públicos a las 7 de la tarde. Ya el sábado, la compañía del vallisoletano Ramiro Vergaz irrumpirá a las 13 horas con su premiado espectáculo circense White Botton. A continuación, los Jazzon Five ofrecerán un espectáculo de música callejera para que «la gente pueda moverse mientras come».

Tiritirantes con su espectáculo 'Ulterior el Viaje' junto al Teatro Principal.

Tiritirantes con su espectáculo 'Ulterior el Viaje' junto al Teatro Principal.TOMÁS ALONSO

Vuelta al circo, con multitud de amigos y siete números, en una gran gala donde tampoco faltarán el clown y la magia. Y para rematar, nada mejor que una traca final con el correfuegos de los valencianos Scura. Un «fin de fiesta apoteósico» en el que se echará en falta a los Tiritirantes en vivo, aunque bastante jaleo tienen ya con organizar el festival.

«Esto va para delante»

De cara al futuro, como mínimo, tienen que aguantar otros 20 años como mínimo. Por ahora, la compañía sigue compaginando sus shows estáticos e itinerantes mientras concibe un nuevo proyecto de estética freak, con mucha fantasía y para todos los públicos que posiblemente vea la luz en 2025.

Es menester pedir un deseo al soplar velas. Jacinto lo tiene claro: «que sigamos así de bien, sin lesiones, fuertes y que nuestras pájaras las entienda la gente». En total sintonía y con poco más que añadir, Óscar sentencia: «mientras tengamos el cuerpo sano, esto va para delante».

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