El Correo de Burgos

El paro entre los extranjeros se triplica en dos años

A finales de 2007 estaban desempleados 1.253 extranjeros residentes en Burgos; hoy son 4.232, un 141 por ciento más

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Burgos

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R. G. U./ Burgos

Las cifras se han encargado de remachar la convicción general de que los dos últimos años han sido los peores para el empleo en la provincia de Burgos desde hace décadas. La destrucción de puestos de trabajo ha sido intensa debido al deterioro de la situación económica motivado por sucesivos colapsos en sectores clave de la economía provincial. El primero de ellos fue la construcción, donde se empleaba gran parte de la población extranjera residente en Burgos. Al explotar la burbuja inmobiliaria dejó de ser rentable la construcción y promoción inmobiliaria y las empresas se vieron pronto sin liquidez para seguir trabajando debido a que las ventas se frenaron en seco y se cerró el grifo de la financiación bancaria. Como resultado las empresas del sector se desprendieron de una gran parte de sus trabajadores, muchos de ellos extranjeros emigrados en los tiempos del boom de la construcción.

Posteriormente le llegó el turno a la Industria y al sector servicios, atrapados en la crisis del crédito y de la desconfianza del consumidor que redujo el consumo a mínimos históricos. De nuevo los ajustes vinieron de la mano de regulaciones de empleo, despidos y, en el caso del comercio y las pymes, de no pocos cierres. Los servicios son el otro asidero laboral para los extranjeros, en muchos casos sin cualificación profesional y dedicados a labores subalternas en hostelería o el servicio del hogar. Tan solo la Agricultura ha dado algún refugio temporal y estacional para la mano de obra foránea.

Esta pésima evolución en el tiempo de las condiciones laborales afectó enormemente a la población activa de Burgos, provincia en la que el paro se ha duplicado desde final de 2007, cuando la crisis ya había comenzado, hasta el último día de diciembre cuando el Ecyl contabilizó 24.552 parados burgaleses.

El triple de parados

En el caso de los trabajadores extranjeros residentes en Burgos, esta evolución ha sido mucho más dañina ya que proporcionalmente les ha afectado mucho más y, en el caso de la Construcción, mucho antes.  En 24 meses, el número de parados extranjeros se ha multiplicado por tres, según los datos del Servicio Regional de Empleo, que revelan que el 31 de diciembre permanecían desempleados en Burgos un total de 4.232 extranjeros. Esta cifra significa un 141 por ciento más que la cifra contabilizada el mismo día de 2007, cuando ‘sólo’ eran 1.253 los parados no nacidos en España.     Esos 3.021 parados extranjeros se han acumulado en dos años en los que la evolución del empleo en la provincia ha dejado un total de 11.867 nuevos desempleados.

Con todo, 2009 no ha sido tan malo como en el año precedente ya que el número de foráneos sin empleo se incrementó menos; en concreto en algo más de 1.200 personas cuando entre 2007 y 2008 había sido de 1.800 nuevos parados.

Extranjeros y PIB

Además de la situación personal y familiar que deriva de esta pérdida de empleos en el colectivo de trabajadores extranjeros, la economía regional se resiente de su salida del mercado laboral ya que, antes del inicio de la crisis, entre 2000 y 2006, los extranjeros han aportado medio punto cada año al crecimiento del PIB de la Comunidad según el estudio ‘Efectos económicos de la inmigración en España’, realizado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada. Ese documento señala que la llegada masiva de inmigrantes desde los años 90 y su influencia en el PIB regional se ha ralentizado mucho desde el inicio de la crisis económica actual.Los hombres van al paro y las mujeres cesan en la actividadBurgos muestra una mejor evolución en cuanto a actividad económica que el resto de la región, con todos los indicadores demostrando un mejor comportamiento que la media de la Comunidad excepto uno: el empleo.

Existe un extraordinario paralelismo entre la evolución de la provincia y el conjunto de la Comunidad en los últimos meses, siempre con Burgos por encima de la media regional pero replicando la tendencia. En ambos casos la crisis tocó fondo el segundo trimestre y ha comenzado una suave recuperación en el tercero, según concluye el servicio de estudios de Caja España en el boletín correspondiente a diciembre de 2009.

En cuanto al mercado laboral burgalés, durante el último trimestre se crearon algo más de tres mil empleos que permitieron absorber el moderado aumento de la actividad y reducir un diez por ciento la cifra de paro. En términos interanuales la ocupación desciende a una tasa del 7,3 por ciento similar al promedio nacional y más acusada que la observada en el conjunto de la región. De las cerca de trece mil personas que perdieron su empleo durante los últimos cuatro trimestres, aproximadamente la mitad engrosaron el paro y la otra mitad abandonaron la actividad en la provincia.

Por sectores, excepto la agricultura que registra una tasa interanual de crecimiento del empleo de dos dígitos, los demás sectores registran una destrucción de empleo más intensa que la del conjunto de la región, especialmente la construcción, que ha perdido más de un tercio de los empleos que tenía un año antes. Aunque la caída del empleo ha sido intensa para ambos sexos, mientras que la mayor parte de los varones que han perdido su puesto de trabajo permanecen desempleados, las mujeres han optado por abandonar la actividad, con lo que el diferencial de las tasas de paro entre ambos sexos casi ha desaparecido.

Todas las variables que indican el estado de la economía y su evolución son mejores en Burgos que en el resto de la región: es el caso de la matriculación de vehículos, el consumo de cemento, el gasto energético, la evolución de los precios, las hipotecas y el número de viajeros. Además, en el clima general de contracción en la concesión de créditos, Burgos ha conseguido mantener en el segundo trimestre un crecimiento positivo, aunque únicamente de un 0,3 por ciento, según el informe. Especialmente importante es el comportamiento mejor en la economía burgalesa de importaciones totales que crecieron de mayo a julio más en la provincia, mientras que para las importaciones sin sector automóvil las tasas burgalesas fueron de mayo a agosto también mayores que las regionales. Lo mismo ocurre con las exportaciones, que registraron tasas por encima de las regionales, y también en la exportación sin sector automóvil.

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