42 niños reciben la bendición en la Misa de la Luz de Las Candelas

E. VADILLO / Burgos

El barrio de Gamonal celebró ayer  el día grande de las fiestas de Las Candelas como manda la tradición. Con los tradicionales pasacalles y el sonido de las campanas de la iglesia Real y Antigua. Una iglesia que ayer albergó un año más la Misa de la Luz, la ceremonia religiosa donde los protagonistas principales son los feligreses más pequeños, los que se han bautizado a lo largo del año en esta parroquia, y que responde a una costumbre que perdura entre los vecinos y que al parecer no se repite en otras zonas del país. 

De hecho, ayer contó con la presencia de 46 bebés acompañados de sus familiares más directos, madres, padres, abuelos y tíos, que no querían perderse este rito. La bendición de los pequeñines en la jornada que la Iglesia católica conmemora la presentación de Jesús en el  templo por su madre.

Así lo recordó el párroco, Domiciano Juarranz de la Fuente, durante la misa. Describió esta ceremonia como una mezcla de «lo humano y lo religioso» y  aseguró que no se celebra en otras zonas del país. «Es única», insistió, destacando el arraigo con que se mantiene en el barrio: «Es demasiado», puntualizó. 

Y es que un año más los padres repitieron el rito de besar la pila bautismal de la real y Antigua, de encender las velas para escuchar la lectura del Evangelio y la homilía y de renovar las promesas del Bautismo de los pequeños. También el momento en el que las madres alzaron a los niños como símbolo del ofrecimiento de sus hijos a la Virgen Real y Antigua.    

Tradición que cumplen hasta las familias que ya no residen en Gamonal. Era el caso de la de Ángela Leal Renes, de 3 meses, que vive en Cardeñajimeno, y que llegó a la iglesia acompañada de su madre, tías y primas. «A todas nos trajeron a la iglesia», decía una de ellas, «y todas hemos traído a nuestros hijos», añadía otra.

Situación que se repetía con la hija del concejal Ángel Ibáñez Hernando: Vera. «Hemos venido porque los dos somos del barrio y también trajimos a nuestra otra hija, aunque ahora vivamos por la zona de la Universidad», explicó.

El objetivo de «continuar la tradición» lo cumplieron también los niños que viven en Gamonal. La madre de Alba Duque González, de 9 meses, decía orgullosa que era «del barrio de toda la vida», aunque no se acordaba si ella la habían llevado a la Misa de la Luz. Eso sí, recordaba que ella había traído su hijo mayor, que ahora tiene 5 años.

Por su parte,  la abuela de Mario Palacios Peña, de 6 meses, señalaba que la Misa de la Luz «la hemos vivido siempre» en la familia y es «muy importante para todos». De hecho, sus nueve nietos la han secundado.

El padre de Lucas Suárez García, de 2 meses, también estaba ayer presente en la iglesia de la Real y Antigua por tradición con las dos abuelas del bebé. En este caso, procedente de su mujer ya que decía «ýo no soy de Gamonal, soy de un pueblo de Burgos».Reconocimiento a la labor social con los desfavorecidosEl día de Las Candelas se completó ayer con otra ceremonia religiosa en al iglesia Real y Antigua de Gamonal. La misa mayor a la que un año más asistió la corporación municipal, encabezada por el alcalde, Juan Carlos Aparicio, y presidida el arzobispo de Burgos, Francisco Gil Hellín. Aparicio señaló que la asistencia del Ayuntamiento era uno de los compromisos adquiridos por la ciudad hace 55 años, cuando Gamonal dejó de ser un pueblo y se convirtió en un barrio de Burgos.

Ceremonia que finalizó con la entrega de la Cofradía de San Antón del noveno 'Tito de Oro' a Cáritas Diocesana. Para el presidente de esta organización, Andrés Picón, que concelebró la misa, se trata de una muestra del «aprecio»  por parte de esa Cofradía a Cáritas y del barrio de Gamonal «a la labor que realiza con los más necesitados». 

En este sentido, recordó que antes esta «caridad organizada de las parroquias» con las familias que lo estaban pasando peor en los pueblos la acometían cofradías similares a la de San Antón.

Por ese motivo, apostó por la recuperación de «las raíces» de la de San Antón» que en siglos pasados se dedicaba a ayudar a los más necesitados, a familias que se arruinaban o viudas a las que había que echar una mano para salvar las cosechas, y que hace siglos incluso tuvo en Gamonal hasta «un hospital para pobres». 

El responsable de Cáritas destacó la mala situación en la que siguen estando muchos vecinos de Burgos, sobre todo los emigrantes, por la crisis económica. Alertó de que este año se está «agravando» porque llevan más tiempo sin cobrar el paro u otro tipo de prestaciones.

Picón señaló que todos  los barrios de la ciudad están notando las consecuencias de la crisis, aunque reconoció que se concentra más en el centro porque allí se encuentran las casas más antiguas y por lo tanto los alquileres más económicos.

El día grande del día de las fiestas de Las Candelas en honor de su patrona la Virgen Nuestra Señora Real y Antigua de Gamonal concluyó por la tarde con la tradicional procesión de su imagen por las calles del barrio más cercanas a la parroquia.