Escribir bien los cuentos tiene reconocimiento

E. VADILLO / Burgos

El certamen de cuentos Las Candelas se comporta como el buen vino porque mejora con los años, en «cantidad y en calidad». Así se dijo ayer durante la entrega de los premios de la XX edición que se celebró en la Capilla de Música de las Bernadas. Y es que este año se habían presentado un total de 691 relatos, la cifra más alta de su historia, y tuvo que ampliarse el número de reconocimientos con la concesión de tres accésits.

Pero ayer sólo estaban reunidos los autores de los 18 trabajos premiados. Jóvenes promesas, entre los 6 y los 17 años, de la literatura burgalesa a los que la imaginación y creatividad les había hecho merecedores de una recompensa. Gracias a la buena mezcla de esos dos ingredientes recibieron ayer un diploma junto a un regalo de acuerdo con su edad: material escolar, colecciones de libros, emepetrés, reproductores de deuvedés o marcos digitales.

Pero aún les queda el más importante, ver impresos sus relatos en una publicación del Instituto Municipal de Cultura, el volumen número 20, que está previsto que salga a la calle en los próximos meses. Pero ayer no les importaba. Sólo estaban pendientes e ilusionados de lo que sucedía en el interior de la Capilla de Música de las Bernardas, de oír su nombre junto el de sus cuentos.

Una edición que destaca también porque ha demostrado que a los escolares burgaleses les gusta leer y escribir. Lo aseguró uno de los miembros del jurado durante estas dos décadas, Juan Carlos Pérez Manrique, director de las Bibliotecas Públicas de Burgos. Dijo  que «la lectura se está incorporando cada vez más» entre los escolares y en «sus diferentes formatos», tanto en papel como en las ediciones digitales. En su opinión, la profusión de trabajos que se han presentado este año es una consecuencia lógica de que «si se lee, pues se escribe».

El concurso de cuentos Las Candelas, que surgió en 1989 en la biblioteca de la Casa de Cultura de Gamonal, atesora entre los galardonados en estas dos décadas con nombres propios de la Literatura burgalesa como Óscar Esquivas o Juan Carlos Estebanez.  A ellos  ya se han unido los de los ganadores de la edición de este año. Los primeros premios se repartieron entre Carolina Rodríguez por El Hechizo de las Brujas; María Álvarez Massa por Patitas de Saltamontes; Andrea Saiz de la Parte por Vista de Lince; Miguel López de Abechuco Ruiz por Marvin, el Marciano Viajero y Beatriz Sánchez por Mi Reina de Mundos Lejanos, que ayer leyó su brillante relato.

 Para las próxima convocatoria se ha previsto aumentar el número de categorías. La que ahora agrupa a los más mayores se dividirá en dos niveles, 3º y 4º de la ESO por un lado y 1º y 2º de Bachillerato por otro, según se recoge en el acta del jurado.

Por su parte, el concejal delegado de Educación, Bienvenido Nieto, anunció la intención de «intensificar»  la calidad de los premios para los próximos años  como respuesta a la calidad de los trabajos y de «premiar» también a los centros escolares a los que pertenecen los garladonados.