El robo de cable se reduce a la mitad tras aumentar las detenciones en 2008

M.R. / Burgos

El robo de cable va por rachas. Si  durante el año 2008 se registró un claro repunte en el 'negocio' del robo de cable, el pasado año se produjo un evidente retroceso en el número de robos y en el de detenidos. La causa está en que hace dos años, tanto la Guardia Civil como la Policía llegaron a detener, en la provincia, a 26 personas relacionadas con este tipo de delitos.

Los efectos en las estadísticas delictivas no se hicieron esperar. Según señala la subdelegada, Berta Tricio, el año pasado sólo se registraron nueve detenciones en la provincia por hechos de este tipo. Además, los robos de cobre «se redujeron prácticamente un 50%», una relación que está relacionada con las detenciones que se practicaron el año 2008. El aumento de las detenciones hace dos años está relacionado, según explica Tricio, con la puesta en marcha de un protocolo, «una operación en marcha relacionada con el cobre, un hecho delictivo que tiene relación con la venta en el mercado negro».  Al ser un protocolo de ámbito nacional hace que «en muchas ocasiones, cuando se hacen operaciones o bien en provincias colindantes de Burgos o cercanas o más lejanas, se les pueden imputar en muchas ocasiones hechos delictivos relacionados con Burgos.

Los robos de cobre muchas veces quedan impunes por la forma de actuar de los ladrones, ya que, como explica la subdelegada, «se mueven mucho, son itinerantes, cogen una furgoneta, vienen roban y se van». Valgan como ejemplo, algunos de los robos de cobre que se realizaron el pasado año en la provincia. Al menos, se denunciaron robos en Cogollos, La Horra, Villalbilla, Oña, Cuevas de San Clemente, Merindad de Cuesta Urría, Castil de Peones, Aranda o Roa. Hay muchas más localidades en las que se han registrado robos, repartidas por toda la provincia.

Las actuaciones de estos delincuentes se centran, principalmente, en la provincia, en zonas de fácil acceso y sin apenas vigilancia. No obstante, también fijan sus objetivos en la capital. Durante las fiestas de San Pedro y San Pablo de 2008 se robaron 5.400 metros de cable de cobre, valorados en 45.200 euros. El material se sustrajo de las cercanías del polígono de Villalonquéjar, los accesos al cementerio, carretera de Fuentes Blancas, Fuente Prior, parque lineal de Río Vena, entre otros lugares. Tampoco hay que olvidar el robo de cable de cobre la noche previa a la inauguración del desvío del ferrocarril en diciembre de 2008, una infraestructura que sido uno de los principales objetivos de los ladrones.

Sin embargo, el censo de ladrones de cable de cobre es más reducido. De ahí, que las detenciones de 2008 trajeran como consecuencia inmediata una bajada del número de hurtos. Por ejemplo, a finales de agosto del pasado año, una patrulla de la Guardia Civil sorprendía a un joven de 23 años, A.R., mientras estaba quemando hilo de cobre cerca de Arlanzón. Tenía dos detenciones previas por robo de cobre. En este sentido, la subdelegada afirma que el operativo que el Ministerio del Interior mantiene contra estos delitos tiene dos vertientes. «Por un lado, detener a estas personas, pero también tiene la parte de la investigación de los lugares donde se vende. Se roba porque hay mercado que compra», explica. No en vano, el precio del kilo de cobre robado ha crecido en los últimos años. ha pasado de costar cerca de tres euros el kilo a más de seis.

En este sentido, para evitar la venta y la compra fraudulenta del cobre robado, que también es delito, la Federación Española de Recuperación (FER) propuso crear un registro de profesionales para evitar el intrusismo y controlar las actividades ilegales fuera del sector.