El Correo de Burgos

PROCESO DE INTEGRACIÓN DE CAJA DE BURGOS EN BANCA CÍVICA

Un acuerdo regional puede bloquear hoy el proyecto de integración de Caja de Burgos en Banca Cívica

El PSOE regional desautoriza a sus dos consejeros en la Caja y se alinea con el PP

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BurgosVeinticuatro horas de tensión, reuniones continuas y comparecencias públicas modificaron ayer todo el panorama abierto con el proyecto de Caja de Burgos de integrarse en una SIP con Caja Navarra y Caja Canarias y la creación del Grupo Banca Cívica.Hoy, en el Consejo de Administración que se celebrará a las siete y media de la tarde, los consejeros en representación del PP se abstendrán o votarán no al proyecto, con lo que podría materialmente frenar su aprobación al necesitarse dos tercios del órgano decisorio, es decir doce de los diecisiete votos. A los previsibles sufragios populares se une también la negativa del representante de UGT, Juan Antonio Gutiérrez Zorrilla, que anunció su postura apoyado por el secretario regional del sindicato, Agustín Prieto.De nada sirvieron las explicaciones que el presidente de Caja de Burgos, José María Arribas, y su equipo directivo, transmitieron a todo su consejo  a media tarde de ayer. La posibilidad de que Caja de Burgos perdiera su consideración de Caja y acabe por convertirse en banco ha sido determinante en la opinión de los consejeros del PP, quienes mantuvieron tras el Consejo de Administración una nueva reunión con el presidente provincial de los populares de Burgos, César Rico.Paralelamente, Óscar López, secretario regional del PSOE, desautorizaba a sus dos consejeros en Caja de Burgos, Luis Escribano y Julio Víctor Pascual. El primero de ellos anunció ayer por la mañana su intención de votar afirmativamente al proyecto de Banca Cívica, al tiempo que arremetía duramente contra el vicepresidente de la Junta y consejero de Economía, Tomás Villanueva.La postura de López viene avalada por un comunicado conjunto suscrito por el PP, el PSOE, la UGT, CCOO y la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale) que representa un apoyo explícito a la Junta de Castilla y León si decidiera ejercer su derecho al veto de la operación para configurar Banca Cívica. Las firmas del secretario general del PSOE y del presidente de la Cecale contradicen las posturas que defienden en Burgos el consejero Luis Escribano -a la vez secretario local del partido- y Roberto Alonso, presidente de la Confederación de Asociaciones Empresariales (FAE).En esa declaración instan a la Junta a rechazar, mediante su derecho a veto, «aquellas operaciones de integración de cajas de ahorro que  desintegren o debiliten el sistema financiero regional, que no garanticen la naturaleza jurídica de las entidades o que no especifiquen un compromiso preferente con los intereses generales de los castellanos y leoneses». Las organizaciones firmantes consideran que el proceso de reestructuración es «necesario y urgente» en la Comunidad Autónoma. Y subrayan que ese proceso debe responder «por encima de todo» al interés general de Castilla y León, de sus ciudadanos, familias y empresas.Y afirman con rotundidad: «En ningún caso deben platearse o apoyarse procesos de integración o de alianzas financieras, en los que no quede plenamente garantizada, en la regulación legal y en sus términos contractuales, la especial naturaleza jurídica propia de estas entidades, su compromiso preferente con los intereses generales de los castellanos y leoneses y el mantenimiento de signos tan distintivos como su vinculación territorial y su obra social.La declaración conjunta pide a   la Administración regional que «vele» por el exacto cumplimiento de los principios y objetivos pactados en la declaración conjunta, en el ejercicio de su potestad en relación a estos procesos. Y van más  allá al demandar el rechazocd aquellos que sean manifiestamente incompatibles con esos principios.Duras críticas de Escribano«Acoso permanente», «presión intolerable», «ataque en toda regla», «amedrenatamiento y coacciones». Todos esos calificativos lo dirigía el socialista Luis Escribano al vicepresidente de la Junta y consejero de Economía, Tomás Villanueva, al considerar como injerencia sin parangón del político del PP en las decisiones que adopta Caja de Burgos a través de su Consejo de Administración en el ejercicio de sus derechos.Escribano (cuya opinión puede leerse en la página siguiente) señalaba la actitud de Tomás Villanueva es «un ataque sin precedentes a la consolidación, desarrollo e incluso viabilidad de una entidad burgalesa de excepcional importancia para la ciudad y la provincia». El consejero en la entidad de ahorro por el PSOE recuerda que de la operación para integrarse en Banca Cívica dependen los más de 900 empleos directos, además de  la pervivencia «de un elemento importantísimo para el resto de la economía y una Obra Social y Cultural más que encomiable».Lamentó también la falta de declaraciones de los responsables del PP en Bargos, y citaba en concreto al alcalde Juan Carlos Aparicio, de quien destacaba su guardado silencio en este asunto «como si no le interesase» o tuviese miedo de enfrentarse con Villanueva a pesar de que el Ayuntamiento es el fundador de Caja de Burgos. Escribano considera que ese silencio supone «que están de acuerdo con las tonterías que dice su vicepresidente».El también concejal del PSOE critica el argumento esgrimido por Villanueva por el que defiende que no hay correspondencia entre los intereses regionales y lo que pretende Caja de Burgos. «Negamos de forma absoluta que esto pueda ser así», dice. Y se reafirma en el argumento contrario al subrayar que Caja de Burgos, con un proyecto sólido, «colaborará con la economía de Burgos y demás zonas donde intervenga como parte y al servicio de los intereses de la región». «La Junta no tiene derecho a intervenir en este proceso», aseguraba con vehemencia en una refencia explícita al derecho al veto de la Administración regional. «¿En qué perjudica al resto de la región la fórmula en la que trabaja Caja de Burgos»?, se pregunta. Escribano advierte de la reacción de la ciudad ante el intento de «someterla a mandatos tan arbitrarios», en referencia a los mensajes continuos desde Valladolid para que los consejeros del PP en la Caja voten ‘no’. UGT votará ‘no’ porque recela del SIP y Csica dará un ‘sí’ condicionadoLa Asociación de Empleados de Caja de Burgos (ASecam-Csica), el comité de empresa y el comité intercentros de la entidad de ahorro apoyarán hoy la propuesta de integración de la Caja en el Grupo Banca Cívica cuando se vote en el consejo de administración, según explicó ayer el representante de los empleados en ese órgano, Carlos García Ubierna. Lo acordaron ayer después de sendas reuniones en las que sólo se expresó en sentido contrario la voz del representente del UGT en el consejo, Juan Antonio Gutierrez Zorrilla. De hecho, UGT puso ayer en escena su negativa a la propuesta de integración con la presencia en Burgos de su secretario regional, Agustín Prieto, acompañado de los responsables de las Federaciones de Servicios de Castilla y León y de la sección de Ahorro. Todos ellos coincidieron en criticar la fórmula jurídica con la que nacerá Banca Cívica que tomaría la forma de una sociedad anónima que funcionaría como un banco. En ese sentido, lo que para UGT es la principal causa de su rechazo al proyecto por ser el germen de la desaparición de Caja de Burgos como caja de ahorros y la pérdida del control de Banca Cívica en el caso de que, como banco que sería, emita acciones o salga a bolsa para Csica no es más que una formula legal perfectamente corregible. De hecho, su apoyo al protocolo está condicionado a que las socias de este SIP recojan en el contrato que se vote en la asamblea de la Caja del 20 de marzo que Banca Cívica se transforme en una caja de ahorros como sus fundadoras en cuanto se modifique la Ley Orgánica de Cajas de Ahorro, como han pedido cajas, partidos y sindicatos, ya que actualmente no es posible que un SIP se considere legalmente como una caja.Por otro lado, UGT argumenta su negativa al proyecto en que la reunión en Banca Cívica no tendrá un nulo coste laboral como señaló José María Arribas a quien acusan de no poder garantizarlo y hablan de que 200 trabajadores pasarían a depender del futuro banco. Csica, por su parte, prefiere dar su voto favorable al proyecto por «responsabilidad» y porque una negativa en este momento del proceso cuando aún es corregible cualquier borrador de contrato sería irreparable porque pondría fin a una oportunidad de fortalecimiento de Caja de Burgos. El sindicato independiente también difiere de UGT en su valoración del coste laboral porque entiende que es ahora, con un documento cerrado en el que se explican los detalles de la nueva organización laboral cuando se puede retomar la negociación en la mesa laboral y llegar a acuerdos en el mes que falta hasta la asamblea general.

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