El precio del metro cuadrado expropiado para el PGOU será de tres euros

R. TRAVESÍ / Burgos

Toda infraestructura importante de la ciudad de Burgos ha tenido como problema la adquisición del suelo. El aeropuerto, el desvío ferroviario, la circunvalación y el parque tecnológico son claros ejemplos.En todos los casos, la negociación no llegó a acuerdo y el proceso acabó en los tribunales, después de los recursos interpuestos por los propietarios del terreno.

La memoria de gestión del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) contempla, como no podía ser de otra manera, la adquisición de suelo para usos públicos o colectivos, ya sea vía expropiaciones o por venta forzosa. La partida global que se reserva para estas actuaciones es de 4,68 millones de euros, tanto para la compra de suelo rústico como suelo urbano no edificado que estén afectados por la construcción de grandes infraestructuras y equipamientos. El precio medio fijado es de tres euros por metro cuadrado.

Es por debajo de los seis euros que se pagaron por los terrenos afectados por el desvío ferroviario y la circunvalación. Y menos de la mitad de los 7,27 euros que en un primer momento acordó el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León sobre el suelo del parque tecnológico. Valoración que no fue aceptada por los propietarios y, finalmente, lograron duplicar esa cifra hasta los 14 euros tras llegar a un acuerdo con ADE Parques Tecnológicos y Empresariales de Castilla y León.

Los tres euros para el suelo del nuevo PGOU sólo están por encima de los 1,65 euros que se abonaron por el metro cuadrado del suelo del aeropuerto, tal y como fijó el Jurado Provincial de Expropiación. Aunque hay un matiz importante puesto que el terreno que afecta al Plan General está en el casco urbano y no a mitad de camino de Villafría y Orbaneja Río Pico, en las afueras de Burgos. La justificación del equipo redactor es que «la mayor parte del suelo que se ha programado adquirir, en la actualidad, no es objeto de rendimiento potencial alguno».

Priorizar actuaciones

La memoria de gestión del nuevo PGOU divide las actuaciones en cuatrienios y las prioriza de cara a garantizar un crecimiento sostenido y armónico de la ciudad. El documento elaborado por el equipo de Ezquiaga reconoce que los ritmos de ejecución dependerán básicamente de la capacidad de iniciativa de gestión del propio Ayuntamiento, de los agentes sociales y de la coyuntura económica del mercado.

En el primer cuatrienio, contempla el desarrollo de los sectores urbanizables S-31 El Roble (de uso industrial y terciario), el S-32 Arlanzón (que contempla 1.669 viviendas), el S-33 Villatoro San Roque (4.895 viviendas) y el S-34 El Cerro (terreno junto al cementerio reservado para actividades comerciales).

En la segunda etapa, estarían otras áreas urbanizables como S-36 Mirabueno (7.335 viviendas al sur de la autovía de ronda), S-24 Ribera del Arlanzón (3.026 viviendas frente a la prisión provincial) y S-15 San Zoles (1.807 pisos).