El Correo de Burgos

Un hombre mata a puñaladas a su mujer y se quita la vida después clavándose el cuchillo en el corazón

Montserrat C. A. presentaba numerosos cortes en los antebrazos y las manos al tratar de defenderse de las violentas puñaladas que le asestó Fernando D. A. / El crimen se produjo en el domicilio familiar de la Plaza Sierra Nevada

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Burgos

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N. V. / R. G. U. / Burgos

Monserrat C. A., de 55 años, murió en la madrugada del domingo a manos de su marido Fernando D. A. que, tras apuñalar violentamente a su mujer, se quitó la vida clavándose el mismo cuchillo en el corazón en el domicilio conyugal que  ambos habitaban en compañía de sus  dos hijos en la Plaza de Sierra Nevada de Gamonal, junto al Camino de los Andaluces. Los cuerpos de los dos esposos fueron localizados sin vida en el interior de la vivienda por un bombero que accedió al domicilio por una ventana pasada la una de la tarde del domingo.

Fue el hijo menor quien dio aviso porque no lograba acceder al domicilio donde supuestamente debían encontrarse sus padres que no le contestaban ni al timbre ni al teléfono. Avisó a los bomberos que no pudieron desbloquear la cerradura, que estaba con las llaves puestas por dentro, y tuvieron que forzar una ventana para que uno de los bomberos pudiera entrar y abrir la puerta.

Dos cuerpos ensangrentados

El bombero fue el primero en reconocer el escenario del crimen cuyas evidencias se advertían por todas partes en forma de restos de sangre y descubrió los dos cuerpos completamente ensangretados y tendidos en el suelo. La Policía Nacional lo llamó a declarar ayer por la tarde junto al hijo del matrimonio fallecido.

Crimen violento

Según han explicado a este periódico fuentes policiales, el crimen fue muy violento, y posiblemente precedido de una fuerte disputa, ya que el cuerpo de Monserrat apareció con numerosas puñaladas, completamente cubierto de sangre y con profundos cortes en los antebrazos y las manos, que se produjo al intentar defenderse del ataque de su marido. Cerca de las cinco de la madrugada del sábado al domingo, una vecina escuchó un fuerte «suspiro» al que no dio importancia. Ese es el momento que barajan los investigadores como hora de la muerte del matrimonio. O, al menos, de Montserrat. Fernando, después de arrebatar la vida de su esposa, trató de quitarse la suya con el mismo cuchillo. Lo intentó varias veces hiriéndose en el pecho hasta que de un golpe certero y fuerte acertó a hundirse el arma en el corazón y cayó muerto, seguramente en el acto, según aventuraron fuentes policiales.

Los cuerpos permanecieron tendidos en el suelo hasta que a mediodía su hijo menor regresó a casa. La policía llegó a la vivienda a las 13,05 horas aunque el levantamiento de los cadáveres no se produjo hasta minutos después de las cinco y media de la tarde. Por orden del juez, los cuerpos fueron trasladados por personal de la Funeraria La Paz al Instituto Forense de Burgos donde  hoy se les practicará la autopsia.

Durante la tarde de ayer la policía continúo examinando el domicilio en busca de indicios del crimen y tomó declaración al bombero y al hijo de los fallecidos. Su otra hija, que pasada el fin de semana en Cebrecos, pueblo del que eran naturales sus padres, fue avisada de lo sucedido y se trasladó al domicilio familiar aunque no fue llamada a declarar por los investigadores que tomaron declaración a varios vecinos a los que preguntaron si habían escuchado ruidos que delataran la fuerte pelea y los interrogaron sobre la convivencia y costumbres del matrimonio.  

Según aclararon a este periódico los vecinos consideraban a a Fernando D. A. una persona solitaria y menos sociable que su mujer, empleada en el centro comercial de Parque Burgos, mientras que él era un operario de Firestone, al igual que su hijo menor. Al parecer, habían pasado por alguna crisis matrimonial, dijeron

Violencia de género

El hecho de que ambos hubieran pasado la noche juntos, como cada día, y la puerta estuviera cerrada con llave y bloqueada por dentro; junto con la certeza de que el matrimonio pasaba por una crisis desde hace años y el ensañamiento del asesino, llevan a los investigadores a dar por segura la hipótesis de que Fernando D. A. mató a su mujer Monserrat en un ataque violento y a continuación se suicidó.

Con esta muerte son ya dos las víctimas de la violencia de género en la provincia de Burgos en lo que va de año tras el asesinado de la joven Isabel Barroso que murió apuñalada en su coche por su ex novio, quien reconoció los hechos y ahora espera en prisión un juicio por asesinato.

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