Apenas 50 personas plantan cara a una violencia machista que ha matado a dos mujeres en un mes

N. VILLAMIL / Burgos

Segunda concentración consecutiva en un mes por una víctima mortal de la violencia machista en la ciudad y segundo plantón masivo. El acto de protesta que ayer convocó el Colectivo 8 de Marzo en repulsa por la muerte violenta de Montserrat C.A. estuvo plagado de ausencias. En una ciudad con un censo aproximado de 170.000 habitantes apenas cincuenta salieron a la calle para recordar a las dos víctimas que se ha cobrado la violencia de género en sólo un mes.

Si la representación ciudadana fue escasa, la institucional fue paupérrima. No pudo asistir el alcalde, que se encontraba en Lisboa, pero no le sustituyeron tampoco sus tenientes de alcalde. De hecho, el único concejal que se sumó a los actos fue el socialista Daniel de la Rosa. Ni el Partido Popular ni Solución Independiente se dejaron ver en el acto de condena de la violencia machista.

La subdelegada del Gobierno, Berta Tricio, y los diputados nacionales del PSOE por Burgos María delMar Arnáiz y Luis Tudanca también plantaron cara a una lacra que en Burgos se ha cobrado dos vidas en lo que va de año: la de Isabel Barroso, de 27 años, el pasado 4 de marzo y la de Montse C.A:, de 54, en la madrugada del sábado al domingo. Ninguna de las dos había denunciado a su agresor. El secretario de Juventudes Socialistas de Burgos, David Jurado, completa, junto a los anteriormente citados, la lista de políticos que acompañaron al Colectivo 8 de Marzo.

Tampoco la Diputación Provincial ni la Delegación Territorial de la Junta arroparon la concentración con la presencia de sus responsables, así como escasa fue también la representación sindical.

Silencio cómplice

La tímida respuesta ciudadana e institucional a un nuevo episodio de violencia de género no silenció el mensaje que el Colectivo 8 de Marzo repite cada 25 de mes y cada vez que se produce un nuevo ataque machista: el silencio es cómplice. La portavoz de la Asociación La Rueda, Nati Cabello, instó a no mirar hacia otro lado ante situaciones que, aunque a veces cotidianas, son el inicio del camino hacia la muerte de muchas mujeres. «Hay quien prefiere no decir nada cuando oye unas palabras fuera de tono de un hombre a su mujer en la casa de al lado, pero sería conveniente que alguien hablara con ella », insistió. Ayer invitó a los hombres, en especial, a «no ser cómplices de la violencia de género con su silencio».

Les animó a condenar el machismo y a secundar los actos en apoyo a las víctimas. Recalcó la importancia de que el entorno de estas mujeres reaccione a tiempo y la necesidad de que las instituciones doten de más recursos económicos a las asociaciones que defienden los derechos de las mujeres.