El Correo de Burgos

SEGURIDAD CIUDADANA

Destrozan en un garaje las ventanillas de 26 coches para robar en su interior

Los hechos ocurrían en la madrugada de ayer en la calle Hospital de Rey

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Burgos

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BurgosUnos ladrones destrozaron las lunas de al menos veintiséis vehículos estacionados en las dos plantas de uno de los garajes comunales de la calle Hospital del Rey y sustrajeron objetos de su interior. Los robos y destrozos ocurrieron en la madrugada de ayer y el hecho se descubría a primera hora de la mañana cuando algunos propietarios recogían sus coches para ir a sus trabajos.El portero de la finca alertaba también a otros dueños de vehículos afectados que, de forma escalonada, se acercaban a lo largo de la media mañana para comprobar los daños. La forma de operar fue idéntica: rompían con un objeto contundente -una barra de hierro o un martillo- una de las ventanillas y registraban el vehículo, sobre todo la guantera y los huecos de las puertas.Los autores destrozaron los cristales de las ventanillas de catorce vehículos en la primera planta y de otros doce estacionados en la segunda. En ningún momento se escucharon ruidos sospechosos ni se disparó la alarma instalada en algunos de los turismos.La llegada de los propietarios de los vehículos coincidió con el trabajo de tres miembros de la Brigada de Policía Científica de la Comisaría de Burgos desplazados hasta el aparcamiento comunal. Tras una inspección ocular, buscaron huellas dactilares y otros indicios en los turismos asaltados y en objetos que los autores del estropicio dejaron esparcidos por el interior de los coches asaltados.La manera de actuar de los ladrones fue al azar, aunque se cuidaron de intentar abrirlos vehículos más lujosos seguro que por temor a que se disparasen las alarmas. Un hecho demuestra esa precaución: los autores rompieron el cristal de una ventanilla en un Peugeot y, sin embargo, ni rozaron un BMW aparcado a su lado. En la segunda planta del garaje eligieron una fila de vehículos estacionados en una de las zonas más próximas a la rampa de salida y, sin embargo, no actuaron sobre ninguno de los vehículos aparcados en el área contigua.Manchas de sangreAlgunas puertas de los coches asaltados presentaban manchas de sangre. Los asaltantes, para ganar tiempo, introducían los brazos y parte del torso por la ventanilla a la que habían destrozado el cristal para acceder a la guantera y a otros departamentos del interior y se cortaron con los restos de vidrio que se quedó en la ranura de las puertas por las que sube y baja el cristal.Los autores fueron menos metódicos, incluso, en la planta primera del aparcamiento, en la que rompieron los cristales de catorce vehículos y robaron en su interior. Los turismos afectados se hallaban aparcados en diferentes zonas y no siguieron un patrón determinado. En todos los casos, las zonas aledañas inmediatas a los coches robados aparecieron plagadas de trozos de cristal de las ventanillas rotas.Los dueños de los vehículos afectados aguardaron a que los policías efectuaran la toma de muestras y terminaran las inspecciones oculares para acceder a su interior y determinar qué objetos faltaban, además de registrar los daños, tanto para interponer la correspondiente denuncia en Comisaría como para dar parte a los seguros.Los ladrones intentaron también forzar una puerta que da paso a una escalera interior por la que se accede a otro de los garajes comunales del inmueble. A pesar de la violencia con la actuaron sobre la cerradura y el marco para intentar su apertura, informaba a este periódico el portero de la finca, no lo consiguieron.‘Chorizos’ comunesLas formas delatan a loos autores de los robos: son ‘chorizos’ comunes. Así lo sostienen fuentes policiales consultadas por este periódico. La manera de operar tan burda relaciona a delincuentes de poca monta con estos hechos. Unos autores que nada tienen que ver con grupos organizados compuestos por ladrones más ‘finos’ y que nunca optan por la fuerza sino por la habilidad para cometer los robos.El hecho de que no tocaran los vehículos de alta gama -varios BMW y Audi, entre otras marcas- también corrobora que se trata de delincuentes comunes. El asalto a un garaje no es habitual en Burgos desde que en 2004 se registraran varios seguidos.

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