El Correo de Burgos

SECTOR INMOBILIARIO

Los caseros de Burgos ‘blindan’ los alquileres de sus viviendas

Seis de cada diez arrendadores exigen más coberturas y garantías

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Burgos

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/ BurgosLos propietarios de inmuebles buscan cada vez más coberturas en sus contratos de alquiler para cubrir el mayor número posible de contingencias. La provincia de Burgos, con un 66% de alquileres con algún tipo de cobertura o requisito adicional, se sitúa en un término medio dentro de Castilla y León, donde Valladolid es en la que se toman más precauciones -un 73% de los contratos de arrendamiento- mientras que la de Soria en la que se encuentran arrendadores más confiados -apenas un 40% exige garantías complementarias-.El porcentaje de los arrendadores burgaleses que exigen más garantías y coberturas se sitúa todavía lejos de la media nacional, cifrada en un 85%. Castilla y León se halla en un término medio en cuanto a desconfianza, con un 58% de propietarios que incorporan en sus contratos de alquiler coberturas adicionales, lo que representa un crecimiento de 4 puntos respecto a los datos de 2009. El porcentaje regional se sitúa ocho puntos por debajo al registrado en la provincia de Burgos.Aunque cada vez se alquila más, la desconfianza entre los dueños se ha disparado y el 85% de los propietarios ya no está dispuesto a arrendar su vivienda si no es con una cobertura adicional en sus contratos, según los datos difundidos por la compañía de intermediación inmobiliaria Arrenta. La cifra de los arrendadores precavidos ha crecido en 17 puntos con respecto al año 2009 (68% de alquileres con garantías extras) y va en aumento porque, por mucho que necesiten alquilar.Toñi Ricoy, portavoz de Arrenta,  señala que cada vez son menos los propietarios que se atreven a arrendar «sin unos mínimos de seguridad». Las coberturas más solicitadas son: garantías de cobro de rentas, seguros de actos Vandálicos, arbitraje, avales bancarios, exhaustiva justificación laboral y económica o avalistas.Los impagos se han convertido en el problema más frecuente para los arrendadores, según los datos de esta sociedad mercantil. «Cada vez más», subraya Ricoy, «porque no es el impago sólo de la renta, sino de los servicios como el gas, la electricidad o el agua si no se han cambiado las domiciliaciones».A la deuda que se genera por el impago de la renta se suman los recibos que ha de abonar el propietario para evitar que las compañías suministradoras corten el servicio. «Restablecerlos después también supone un desembolso», indica la portavoz consultada.Las precauciones que adoptan los propietarios se topan, no obstante, de frente con los nuevos perfiles de inquilinos: jóvenes, mileuristas, inmigrantes, autónomos, jubilados, familias monoparentales… que son los que más dificultades encuentran a la hora de acceder a una vivienda, indica Ricoy.  Una de las consecuencias de la crisis económica es el aumento de los morosos por necesidad, más numerosos por la recesión que los ‘profesionales’, acostumbrados a intentar vivir gratis en cualquier circunstancia.Muchos de los arrendadores afectados han alquilado su vivienda por necesidad ya que la renta que obtienen la destinan al pago de una hipoteca por un piso nuevo. Las coberturas que garantizan el cobro del alquiler o el pago de servicios como el gas, el agua o la electricidad -en el caso de que el contrato se mantenga al nombre del propietario y el inquilino se niegue también a su abono- «supone un alivio hasta la resolución de la vía arbitral o de la judicial», señala Ricoy.¿Incremento de la renta?La contratación de estas coberturas conlleva, en algunos casos, un incremento del precio del alquiler. Sin embargo, al arrendador le supone eludir la prestación de un aval que cubra el alquiler de algunos meses por adelantado o los posibles arreglos. En otros, el propietario asume el coste porque supone una garantía en el caso de que haya problemas con el cobro, según los datos de Arrenta.Desde esta intermediaria indican que las características de los arrendamientos y la localidad afectan a la desconfianza. Por ejemplo, en las grandes ciudades es mayor que en pequeñas localidades, donde se conoce más al arrendatario, o a su entorno, a la empresa donde trabaja y es por eso por lo que se confía con más facilidad en que cumpla con los pagos y con las cláusulas del contrato e alquiler. Según esta compañía de intermediación en aquellos lugares con mayor movilidad de inquilinos supera a los de arrendamientos más estables en el tiempo. Otro dato relevante que señalan es el que indica que los propietarios viviendas que alquilan a estudiantes o a inquilinos muy jóvenes se preocupan más por los actos vandálicos que por otras cuestiones.Andalucía, Cataluña, Madrid y Valencia son las comunidades en las que se firman los alquileres con más requisitos de seguridad. Frente a ellas, Navarra y La Rioja, donde sólo en el 38% de los casos se piden coberturas adicionales, según los datos de Arrenta.

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