Garmendia anuncia 15 millones ‘extra’ para cuatro centros de investigación de la región

RAQUEL SASTRE / Burgos

El Gobierno está «convencido» de que la I+D+i dará una «respuesta implicada» en la recuperación económica de España y no sufrirá «recortes». Sobre esta premisa, la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, anunció ayer en Burgos una inyección de 15 millones de euros para tres centros de investigación de Castilla y León, que será «adicional» a las partidas ya consignadas en los Presupuestos Generales del Estado para este ejercicio.

Serán el Instituto Nacional de Investigación Agraria y Alimentaria (INIA) y el Centro de de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), ambos en Soria, y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en tres de sus cinco delegaciones, Valladolid, Salamanca y León.

Además, una parte de la inversión, aún sin concretar, servirá también para financiar el futuro Centro de Estudios de la Ciencia, la Cultura Científica y la Innovación, que tendrá su sede en Salamanca y la colaboración de la Universidad.

La ministra, que acudió a la inauguración del VI ForoBurgos –organizado por Caja de Burgos en colaboración con la Universidad de Burgos (UBU)–, añadió que mantiene contactos con la Junta para concretar en qué proyectos de investigación se invertirán los nuevos recursos, por lo que no concretó más detalles.

Garmendia subrayó el «interés» de las actividades que desarrollan los centros de la Comunidad, «asociadas a las fortalezas del territorio»; apuntaló el «compromiso» del Gobierno con Castilla y León, al citar como ejemplo las inversiones realizadas en el Centro Nacional de Investigación de la Evolución Humana (CENIEH) en Burgos; y certificó el «esfuerzo presupuestario» para el «desarrollo de la I+D+i» en la región, visible en el «ya contemplado» centro de la Divulgación Científica de Salamanca, que el Ministerio seguirá «fortaleciendo».

La responsable de Ciencia e Innovación realizó estas declaraciones a los periodistas, antes de su extenso discurso, en la Casa del Cordón, ante centenares de empresarios invitados a ForoBurgos. Allí, Garmendia volvió a insistir en que la ciencia y la tecnología «no son una opción para Europa, sino la única salida posible» ante un nuevo escenario económico globalizado.

Y es que, según la ministra, «ya no se trata de buscar liderazgos o recortar la brecha (tecnológica) con Estados Unidos, sino de evitar perder protagonismo y posiciones frente a economías más dinámicas, como la asiática, o emergentes, como la brasileña». Porque «la amenaza asiática no es tal por sus costes, sino por el valor añadido». Baste un dato citado por Garmendia: en 2025, según un estudio de la Comisión Europea, China e India producirán el 20% de la ciencia.

Por ello, la responsable de la cartera de Innovación hizo mucho hincapié en trasladar este mensaje, que «no es nuevo pero sí contundente y urgente» –matizó– a los empresarios, primero, y a los estados miembros, después, algo que, según dijo, está haciendo el Gobierno español aprovechando la Presidencia de la UE.

Respecto a los agentes económicos, Garmendia reconoció la necesidad de «aumentar el perímetro» de la innovación en el tejido productivo porque, dijo, «hacen falta  más pequeñas y medianas empresas de base tecnológica». No obstante, la ministra valoró como positivo el hecho de que la inversión privada en I+D+i se haya incrementado un 8,3% en España en 2008, «pese a la situación económica», agregó.

En cuanto a los retos y deberes de Europa, la ministra recordó que el Ejecutivo de Zapatero está trabajando en tres dimensiones, «las tres íes» –las denominó–, durante su Presidencia en la UE: «integración, implicación e inclusión».

La integración pasa, según Garmendia, por crear un espacio europeo de investigación único. Según detalló, el 85% del Presupuesto para este fin está en manos de los estados miembros, que sólo ‘delegan’ un 5% en la Unión.

La ministra abogó por crear infraestructuras científicas paneuropeas y por una política única de I+D+i para «eliminar las barreras a la movilidad de los investigadores».

La segunda de las ‘íes’ se resumen en un mensaje directo: «Hay que integrar la ciencia en todos los restos industriales». Y uno de los más inmediatos ahora es, según Garmendia, el coche eléctrico. «Si la ciencia europea no se posiciona en este proyecto planteado por Europa para favorecer la recuperación del sector de la automoción, va a perder la oportunidad de aportar su ciencia al coche europeo», advirtió.

Por último, la ministra se refirió a la obligación de introducir la ciencia y la innovación en la sociedad, para «evitar la exclusión».

Garmendia, que también se refirió en su intervención a la importancia de las energías renovables como «aliado clave» en la economía «sostenible» del futuro, abogó por «establecer  nuevos modelos competitivos» sobre la base de un equilibrio entre los sectores de alta tecnología, la aportación de los sectores más tradicionales y el desarrollo de una economía innovadora y diversificada».