El Correo de Burgos

GUERRA DE LA INDEPENDENCIA EN BURGOS

A los primeros que plantaron cara

Los actos en homenaje a los héroes burgaleses de la contienda culminaban ayer con la recreación de primer amotinamiento popular contra el ejército napoleónico

-

-

Burgos

Creado:

Actualizado:

L. B. / BurgosFueron los primeros en plantar cara. Los primeros en enfrentarse al invasor. La avanzadilla de una revuelta popular que marcó el sino de todo el país. Las primeras víctimas. Los primeros en caer ante un ejército napoleónico empeñado en extender el imperio francés más allá de los Pirineos. Los primeros en desenmascarar sus verdaderas intenciones.Y ocurrió en Burgos, en pleno corazón de una urbe que por entonces apenas sumaba un puñado de miles de habitantes, el 18 de abril de 1808 para más señas, un día como ayer hace 202 años, ni más, ni menos.El malestar por los abusos de las tropas emplazadas en la ciudad era general. Tanto que los burgaleses se lanzaron a la calle a manifestar su rechazo. La respuesta de las tropas galas fue contundente. Una descarga de fusilería destinada a disolver la concentración popular a los pies de la Seo terminó con la vida de Manuel de la Torre, Nicolás Gutiérrez y Tomás Gredilla. También, según añaden algunos libros sobre la contienda, con la de José de Apestegui. Ellos fueron los primeros. Les seguirían miles. La Guerra de la Independencia acababa de comenzar.Finalizaría en 1814. No obstante, los hitos de aquel conflicto permanecen en la memoria histórica, avivados en ocasiones por eventos como el que ayer ocupaba de nuevo la plaza del Rey San Fernando para recrear el episodio relatado. La acción corría a cargo de la Asociación de Amigos del Museo Militar de Burgos y de Valencia, pertrechados con armas y atavíos propios de la época. El entusiasmo lo aportaron los espectadores, la mayoría paseantes dominicales, que se toparon con el amotinamiento. Y se sumaron a él con espontaneidad y ganas al grito de «fuera los franceses, viva el rey Fernando VII o muerte al gabacho invasor». Móvil en ristre. el público no perdió detalle del encontronazo entre el escuadrón francés y la escueta turba popular armada con aperos de labranza.Eran tres y los tres murieron al compás de una estruendosa descarga que asustó a más de uno y terminó al momento con los campesinos. A saber, Gradillo, Gutiérrez y De la Torre, en cuyo honor sonaron los aplausos de aquellos, pocos, que no estaban centrados en retratar la estampa con su teléfono. Ninguno reparó, por cierto, en el personaje del noble 'inspirador' de esta refriega, el marqués de la Granja, representante del Gobierno. Hacia él se dirigía la protesta y a diferencia de entonces, ayer no corrió a esconderse en la sede episcopal -ubicada junto a la Catedral en aquella época- si no que se paseó entre la plebe, escoltado eso sí por tropas españolas, y con ella recorrió tras la escaramuza los escasos cien metros que separan la puerta del Sarmental del Arco de Santa María, lugar del homenaje en cuestión.Y es que en su fachada luce desde 1937 una placa de piedra en memoria de los fallecidos. «Al pueblo burgalés que antes que ninguno de España se alzó contra los franceses invasores en esta plaza donde murieron por la Patria, Manuel de la Torre, Nicolás Gutiérrez y Tomás Gredilla el 18 de abril de 1808», reza la lápida. También recuerda «A los heroicos vocales de la Junta Superior de Burgos José Ortiz de Covarrubias, Pedro Gordo, Eulogio José Muro y José Gregorio Navas, mártires de la independencia patria, ahorcados en Soria el 2 de abril de 1812».Por todos ellos sonaron ayer el himno nacional, aplausos y varias salvas a modo de cierre de los eventos organizados por el Ayuntamiento de Burgos para conmemorar aquel pasaje de la historia local que desde el pasado sábado también recuerda un gran mural colocado en la plaza de España.

tracking