Oftalmología utiliza la cirugía sin ingreso en el 85% de las operaciones

L. B. / Burgos

Dicen los expertos que la cirugía sin ingreso es el futuro pero el Servicio de Oftalmología del Complejo Asistencial de Burgos la ha convertido en su presente. Y es que el 85% de las intervenciones que realiza no requieren la permanencia del paciente en el hospital. Así se desprende de la memoria de actividad del año pasado, que registra un total de 4.000 intervenciones quirúrgicas, 50 de carácter urgente y 3.950 programadas, de las que apenas 550 precisaron ingreso. «El grueso de estas operaciones son de cataratas. Es una patología tan frecuente y se ha mejorado tanto en el resultado del tratamiento que se suele minimizar pero es importante y el número de casos crece debido a que vivimos más años y a que tenemos más calidad de vida», precisa el responsable del Servicio de Oftalmología, José Luis Pérez Salvador. En concreto, 2.468 personas entraron en quirófano por esta patología.

Las intervenciones más frecuentes que sí necesitan ingreso son, entre otros, los desprendimientos de retina, las vitrectomías, los trasplantes de córnea, los glaucomas y los estrabismos en pacientes infantiles.

Respecto a la atención urgente, si bien el número de intervenciones quirúrgicas no es elevado, el número de consultas atendidas en el Servicio de Urgencias ubicado en el Yagüe -que cuenta con la presencia de dos oftalmólogos- superaba en 2009 las 8.000, lo que supone una media de 20 diarias. «La mayor parte de los casos no revisten gravedad, se trata de cosas menores -escozor, roce de lentillas...- que realmente podrían esperar pero cualquier molestia en los ojos asusta mucho», explica Pérez Salvador.

Otros datos de relevancia recogidos en la memoria de actividad anual son el número de consultas externas, que entre revisiones y nuevos pacientes llegan a 50.000, y las exploraciones especiales, tales como angiografías, biometrías, exploración para el cálculo de lentes oculares, ecografías oculares, entre otras, que rondan las 20.000. A esta retahíla de datos habría que sumar cerca de un millar de tratamientos láser.

Las cifras sirven de muestra de la intensa labor de un servicio que es referencia regional y al que acuden numerosos pacientes de la provincia de Soria. Ostentan también, aunque de manera oficiosa, la referencia en Electrofisiología Ocular, ámbito en el que ya han atendido casos llegados de Bilbao y San Sebastián.

El área 'capitaneada' por Pérez Salvador es además uno de los cuatro servicios de Oftalmología de Castilla y León, junto a Valladolid, León y Salamanca- autorizado para realizar trasplantes de córnea -12 en 2009- y el único que no tiene lista de espera. Desde 2008 -año que comenzaron recién ubicados en sus nuevas instalaciones del Divino Valles- tiene permiso oficial para realizar implante ocular de membrana amniótica. Está técnica, que han llevado a cabo ya en cuatro ocasiones, consiste en utilizar el tejido de la placenta, debidamente conservado en un banco de tejidos, para tratar distintas patologías de la superficie ocular.

Pero no queda ahí el capítulo de 'innovaciones'. Destacan como técnicas incorporadas recientemente la colocación de válvulas en pacientes con glaucoma «para aliviar la presión», apostilla Pérez Salvador, novedosos métodos de vitrectomía para acceder y limpiar el ojo por dentro, la utilización de la toxina botulímica en ciertos casos de estrabismo o la aplicación de láser para actuar en obstrucciones lagrimales.

Ligado a la continua aplicación de técnicas punteras está el empeño por la formación continuada. Pérez Salvador subraya en este sentido la presencia de todos los miembros de su equipo en congresos, sociedades científicas o estudios multicéntricos, la participación en publicaciones de relevancia nacional así como «las periódicas sesiones clínicas en las que analizamos casos especialmente complejos».

Traslado

La mudanza del Servicio de Oftalmología a la segunda planta del Divino Valles se iniciaba en el mes de julio de 2008 con la apertura en el que fuera hospital provincial del área de consultas externas (hasta entonces ubicada en el Centro de Especialidades) y culminó con la inauguración en diciembre del mismo año de las catorce consultas hospitalarias destinadas a recibir pacientes con patologías específicas que requieran pruebas complejas o exploraciones previas a una intervención. El acceso a ambas zonas, anexas pero con paso restringido para evitar trasiegos que molesten a los pacientes, se realiza de manera directa desde la fachada trasera del centro.

Este traslado junto con la 'cesión' de 12 camas para ingresos -en la cuarta planta del Divino Valles-, 12 puestos en la Unidad de Cirugía Sin Ingreso y tres quirófanos en el área quirúrgica ha permitido ampliar el número de consultas hospitalarias, pues antes el Servicio de Oftalmología disponía de una decena y agilizar el ritmo de intervenciones al verse también incrementado el número de quirófanos.

Las consultas hospitalarias disponen de una sala de espera única y de grandes dimensiones reúne a los pacientes citados que son informados a través de megafonía del número de sala al que deben acceder. Cada una de ellas está destinada al tratamiento de distintas enfermedades constituyéndose como unidades específicas donde abordar la diabetes ocular, el glaucoma, la uveítis, la motilidad ocular y el estrabismo, así como casos relacionados con oculoplastia, neuroftalmología, oftalmología pediátrica, órbita y vías lagrimales, polo anterior, retina médico-quirúrgica, electrofisiología ocular y transplantes.

Este anhelado emplazamiento ha revelado, no obstante, ventajas e inconvenientes. «Tenemos el equipo dividido al tener que estar presentes también en el Yagüe para atender las urgencias y las interconsultas a pacientes de otras especialidades, además de encontrarnos un tanto aislados», reconoce Pérez Salvador. Con todo, están satisfechos e ilusionados con el salto al nuevo hospital que, «a pesar de la lógica incertidumbre actual, supondrá una clara mejoría».