El Correo de Burgos

SEGURIDAD CIUDADANA

La provincia pierde quince guardias civiles tras el último concurso de traslados

Doce agentes del Núcleo de Burgos para vigilar edificios piden nuevo destino

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Burgos

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R. TRAVESÍ / Burgos

El teniente coronel Miguel Salom llega a Burgos como nuevo jefe de la Comandancia de la Guardia Civil con asuntos por resolver y tratar de convertir la provincia en un destino atractivo.Sólo así se acabará con el sanbenito de que Burgos es un territorio ‘exportador’ de guardias civiles. El último concurso de traslados no cambia la tendencia y la provincia pierde una quincena de agentes, porque el número de guardias que llega es insuficiente para cubrir las plazas vacantes o los que acuden a otras provincias.

El Boletín Oficial de la Benemérita ha hecho público el pasado martes la asignación de vacantes por antigüedad, en la escala de cabos y guardias. La provincia burgalesa pierde 37 agentes frente a los 22 que llegan mientras que otros once se quedan en Burgos aunque cambian de unidad.

El Núcleo de Servicios de Burgos -que se encarga de la seguridad de edificios como la Comandancia, la Subdelegación del Gobierno, la Casa Cuartel y la Prisión Provincial- es la que pierde más efectivos, porque se van doce efectivos y tan sólo llegan tres. Se trata de una unidad con déficit de agentes porque el último concurso de traslados ofertaba doce plazas, por lo que es un servicio que requeriría de una veintena de agentes.

Hay otros cuarteles que también se verán afectados por este nuevo concurso, sobre todo los del norte de la provincia, especialmente los de la zona de Merindades. Los puestos de Espinosa de los Monteros, Villasana de Mena, Medina de Pomar y Villarcayo dispondrán de nueve guardias civiles menos. La Sierra de la Demanda también pierde efectivos, puesto que de los cuarteles de Quintanar y Hontoria se van cinco agentes. Otros lugares que pierden guardias civiles son Torresandino, Miranda de Ebro y Oña, que no logran cubrir las plazas vacantes.

Uno de los pocos destinos que aumenta es el de la Comandancia, al que llegan tres agentes que compensan a uno que se marcha, al igual que la Casa Cuartel de Aranda de Duero. Además, hay otros lugares como Pancorbo, Huerta del Rey, Santa María del Campo, Covarrubias, Castrojeriz, Salas y Belorado que cubren las vacantes ofertadas.

Este concurso de traslados que asignó para la provincia 26 plazas es el primero de este año, que se cerró el pasado 3 de mayo, y está previsto otro movimiento de personal para después de verano, posiblemente entre septiembre y octubre. Es una convocatoria para los llamados agentes rurales y los de Seguridad Ciudadana, puesto que aquí no están incluidos las especialidades de Seprona, por ejemplo.

Recorte oferta de plazas’

A falta de esta nueva convocatoria, el número de efectivos tampoco aumentará mucho por el recorte de ofertas de empleo público que afectará a las Fuerzas de Seguridad del Estado. El último anuncio del Gobierno central es la creación de 554 plazas para la Guardia Civil. Un número muy inferior a las  5.000 plazas convocadas para cabos y agentes en 2008 o las 2.283 del año pasado. Instalan una valla para separar la Casa Cuartel de las oficinas

El atentado de la banda terrorista dañó el edificio de la Casa Cuartel que hacía imposible su uso, por lo que las 90 familias de guardias civiles que residían allí se trasladaron a viviendas que ofrecieron constructoras y entidades de ahorro de la ciudad. Además, el Ministerio de Interior se vio obligado a reubicar a las diferentes unidades de la Benemérita en Burgos.

El acondicionamiento del edificio de la vieja Subdelegación del Gobierno en la calle Vitoria alberga desde octubre la Segunda Compañía, la Compañía de la Plana Mayor, los puestos de Burgos y Villímar, el Seprona, la unidad de desactivación de explosivos Tedax, el Grupo de Análisis y Tratamiento de la Información Gati y la unidad operativa de la Policía Judicial.

Unos servicios de la Guardia Civil que, según ha podido saber este periódico, tienen previsto acometer el traslado al edificio de oficinas de la calle Jerez, junto a la Casa Cuartel, en próximas fechas. Las obras de acondicionamiento del inmueble están concluidas desde hace meses y está a falta del equipamiento.

Uno de los objetivos de la rehabilitación de la casa cuartel es mejorar la seguridad del recinto. De momento, la esquina de la avenida Cantabria y la calle Jerez luce una gran garita de hormigón para controlar los accesos al edificio. Además, el inmueble de oficinas ya cuenta con un arco de seguridad y de detector de metales para controlar el acceso de usuarios. Los obreros también han colocado una valla para delimitar el espacio de los trabajos en las Torres de la Casa Cuartel y el edificio que albergará los servicios administrativos.

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