Vehículos que circularon por el campo de batalla

M.R. / Burgos

La evolución de los vehículos militares, como el resto de vehículos, en el último siglo ha sido espectacular. Y se puede comprobar en la exposición que se abrió ayer y que se clausura hoy en el acuartelamiento 'Diego Porcelos', sede el Mando de Fuerzas Pesadas.

Es la primera vez que se puede ver en una misma exposición, que no llega a los 20 vehículos, cómo han cambiado las cosas para el Ejército y para la Guardia Civil, que a principios del pasado siglo se desplazaba en bicicleta, como la que se puede ver en la muestra, organizada por la Asociación de Amigos del Museo Militar de Burgos, así como una bicicleta que utilizaba el ejército suizo.

El presidente de esta asociación, Telesforo Angulo, explica que todos los vehículos que se exponen son reales, no son réplicas, ya que «sirven para hacer recreaciones y para películas, las armas disparan, los vehículos funcionan». Por esa razón tienen un valor añadido poder ver una Harley Davidson que utiliza la escolta de Franco o un enorme Cadillac de casi 8.000 centímetros cúbicos que también pertenecía a la flota de vehículos del dictador.

Con esta primera exposición se ha querido hacer un rápido recorrido cronológico por diferentes periodos históricos. «Hemos traído de distintas épocas, desde vehículos de la Segunda Guerra Mundial, los más antiguos, a vehículos casi actuales», apunta Angulo. Entre esos vehículos destacan de manera especial los americanos y alemanes de la Segunda Guerra Mundial, como una motocicleta con sidecar de la marca BMW. También se pueden ver diferentes modelos de los jeep, como el mítico 'Willy', que se utilizaron en el desembarco de Normandía o un curioso jeep en el que se transportaba a reporteros de guerra, muy alejado por cierto de las comodidades actuales.

El presidente de la Asociación de Amigos del Museo Militar de Burgos recuerda que «al estar en batalla nos volvemos más religiosos», por lo que en esta muestra no podía faltar un vehículo especial para el sacerdote durante la campaña. «El páter montaba el altar encima de su propio vehículo, y toda la parafernalia», apunta Angulo. Hasta llevaba un pequeño piano para poner música a las canciones religiosas. Al ser un vehículo americano, la cruz es 'reversible', ya que vale tanto para católicos como para protestantes. La exposición sigue su recorrido hacia la modernidad, donde se puede un camión que participó en el rally París-Dakar. La próxima cita será el 10 de julio en el aeropuerto, con una muestra de aviones antiguos.