El Ayuntamiento inicia por Juventud y Deportes el recorte de las ayudas

BurgosAlgunas áreas del Ayuntamiento de Burgos ya han sacado la calculadora y han empezado a tomar medidas para optimizar el presupuesto del que dispondrán el año que viene. Las ayudas y subvenciones, que alcanzan los 27,5 millones de euros, se comen un 12% del presupuesto y la famosa tijera se empieza a afilar para recortar allí donde el dinero no sea una prioridad. De momento, el primer paso lo han dado desde las concejalías de Juventud y Deportes que ya han anunciado que, para empezar, suprimirán las campañas de promoción del esquí del año que viene. Sólo estas dos iniciativas permitirán ahorrar 115.000 euros que, o bien aliviarán las arcas municipales, o bien irán destinados a otras prioridades. El problema no es sencillo. Y es que, mientras la falta de ingresos obliga a recortar gastos, por otro lado, la crisis pide que se incrementen otros. Es el caso, por ejemplo, de las ayudas urgentes de primera necesidad o de las subvenciones que están encaminadas al autoempleo. En este último caso, la concejalía de Juventud ha duplicado su gasto y lo ha elevado «de los 75.000 euros a los 150.000», tal y como informa su máximo responsable, Eduardo Villanueva.Pero si hay una concejalía que es protagonista en acaparar importantes subvenciones, ésa no es otra que el área de Acción Social del Ayuntamiento. Así, la edil María José Abajo, lo tiene bastante claro y no duda en afirmar que «si hay que meter la tijera, Acción Social tiene que ser la última». Eso sí, también añade que «si todas las concejalías hacen el esfuerzo, nosotros también estaremos dispuestos», subraya. En este sentido, la concejala insiste que, dada la situación económica, muchas de las ayudas son ahora más imprescindibles que nunca.Aún así, el concejal de Hacienda, Ángel Ibáñez, ya adelanta que «las líneas maestras pasan por una reducción de gastos, y el capítulo de subvenciones no va a estar exento de la política general», sostiene. Y es que, aunque cada área es la que decide en qué debe gastar el dinero asignado, existen unas pautas para que, dentro de una horquilla, no se exceda la partida planificada para este capítulo del presupuesto.Otra de las grandes dificultades que encierra la política de subvenciones es que, por un lado, está sujeta a cierta subjetividad y, por otro, hace tiempo que echó raíces y es complicado prescindir de ellas. Con todo esto, cada una de las asociaciones u organizaciones entiende que la suya es la más prioritaria de todas. Y es aquí donde entra en juego el criterio político.La principal causa de que los gastos en subvenciones se engorden hasta los 27, 5 millones de euros se encuentra en que el presupuesto del Instituto Municipal de Cultura computa en este apartado y supone, por sí solo, 10,8 millones de euros.El siguiente desembolso de entidad aparece protagonizado por el dinero que se destina a la cooperación al desarrollo (1,8 millones). Una cantidad que no es otra cosa que el compromiso de las administraciones por destinar el famoso 0,7% a los países del tercer mundo y que, en el caso del Ayuntamiento de la capital, ya se encuentra alrededor del 1% (dado que obedece a un porcentaje, se trata de la última cantidad que se cierra del presupuesto). En este sentido, ya hay responsables del Ayuntamiento que, en conversaciones privadas, cuestionan esta cantidad y piensan que, dada la situación, sería más aconsejable gastarlo en la ciudad.Abajo, que no es una de la personas que se haya pronunciado en este sentido, critica que el Gobierno de Zapatero ya trampea estas cifras y, por ejemplo, incluye en el 0,7% dinero que se destina al comercio exterior. Algo que poco tiene que ver con la ayuda al desarrollo.Otro de los apartados que destaca por su cuantía es el dedicado a la promoción y fomento del deporte (entre otras cosas, por los convenios con los clubes de elite) que suma 1,4 millones de euros. Eso sí, tampoco es la primera ni la última en distribuir el dinero público.