Sebastián sobre Garoña: «No hay líneas rojas»

Burgos

Como una montaña rusa la polémica sobre la clausura en 2013 de la central nuclear de Garoña tiene altos y bajos en el panorama político nacional y como un tío vivo, las mismas partes dan vueltas y más vueltas a sus argumentos a favor y en contra. Las pequeñas variaciones en las posturas ya conocidas son las que hacen que se vuelva a poner el foco sobre la sentencia a la central burgalesa y en esta ocasión parece que será de protagonista el papel que tendrá la nuclear del Valle de Tobalina.

El Partido Popular se ha hecho valedor de la supervivencia de la central más allá de los 40 años de funcionamiento y su principal valedor es su líder, Mariano Rajoy, que recogió en persona los argumentos a favor de la central en una visita este año. Así, el PP ha hecho saber al Ministerio de Industria que si quiere alcanzar un pacto estable en materia energética hay que poner el debate sobre Garoña encima de la mesa.

El titular de Industria, por su parte, ha rolado en su postura hacia un punto menos inflexible que en anteriores manifestaciones públicas y ayer en el Senado aseguró que no han puesto «líneas rojas» para negociar con el PP un pacto de Estado en materia energética y ha apuntado que los populares aún no le han comunicado su petición de que el Gobierno revoque el cierre de la central nuclear de Garoña, según recoge Efe. Miguel Sebastián acabó renunciando a las líneas rojas a preguntas de los periodistas ayer en la Cámara Alta, precisamente en la celebración del 30 aniversario del Consejo de Seguridad Nuclear, organismo consultivo dependiente de las Cortes cuyo dictamen favorable a la ampliación de la prórroga de explotación de Garoña soslayó el Gobierno para ordenar a Industria que decretase el cierre a partir de 2013.

Exactamente respecto al futuro de Garoña, Sebastián dijo que «todavía no nos hemos sentado a hablar y, por tanto, creo que es un poco prematuro hablar del contenido de la negociación». En declaraciones a la prensa, Sebastián ha asegurado que todavía no ha recibido una petición del PP respecto a Garoña y ha explicado que tiene previsto reunirse esta semana con el coordinador de asuntos económicos popular, Cristóbal Montoro, para hablar del mix energético y «de todos los temas que estaban en la lista y que han aceptado negociar».

Ante la insistencia de la prensa respecto al futuro de Garoña y a la pregunta de si no hay nada cerrado, Sebastián se ha limitado a señalar: «no hay líneas rojas».

Durante su intervención en el aniversario del CSN, el ministro ha considerado que se han alcanzado las condiciones para abordar con el resto de fuerzas políticas un pacto de Estado que debe mirar «al futuro y no al pasado» y abordar cuestiones estructurales y no puntuales del modelo energético.

El PSOE sí pone límites

Las palabras de Sebastián, el menos antinuclear de los ministros socialistas, han tenido rápida respuesta en el PSOE, cuya secretaria de Organización, Leire  Pajín, ha asegurado que el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no ha variado su postura sobre el cierre de la central de Garoña, si bien reitera la voluntad de su partido a «hablar de todo» con el PP para lograr un pacto sobre energía, según informa Efe. Con todo, la dirigente socialista no ha comentado las palabras del ministro de Industria, Miguel Sebastián, pero sí que   ha asegurado que la posición de su partido de cerrar Garoña en 2013 no ha variado, después de que el líder del PP, Mariano Rajoy, pidiera que se revisara esta decisión para avanzar en la negociación sobre el acuerdo energético.

Según Pajín, la opinión de Zapatero sobre Garoña y sobre el cierre de las nucleares cuando cumplan su vida útil es «conocida» y está en el programa electoral del PSOE.

«A partir de ahí, lo que decimos es que estaremos dispuestos a hablar de todo lo que haga falta con el PP. Cuando uno se sienta con un partido, tiene que estar dispuesto a hablar de todo, aunque se conozca cuál es nuestra posición a priori», ha explicado.

La secretaria de Organización ha señalado que la cuestión de la central burgalesa no se ha abordado en la reunión de la Ejecutiva socialista, ni se ha manifestado «inquietud» por la posibilidad de reabrir el debate sobre la apuesta o no por la energía nuclear.

«Zapatero no ha hecho ningún tipo de consideración que pudiera entenderse que cambiaba de posición en absoluto», ha reiterado Pajín.