El Correo de Burgos

TOROS

Perera, a salvo pero grave

Fue intervenido de una cornada de 12 centímetros que roza el nervio ciático . El Fandi cortó dos orejas a una corrida deslucida de Gavira

-

-

Burgos

Creado:

Actualizado:

En:

IÑIGO CRESPO / BurgosEl gesto caro de la corrida lo protagonizó un torero herido: Miguel Ángel Perera. El toro tercero, manso, descastado, esta embistiendo sin formalidad, un viene y va sin clase que se estaba atemperando por la actitud y  el entronque del extremeño que lo estaba entendiendo perfecto. Con la faena a más, a la salida de un muletazo y a punto de iniciar un martinete, el manso de Gavira le pegó un golpe seco poco más arriba de la corva. Perdió pié el torero. Al incorporarse se sintieron las primeras gotas de sangre en la taleguilla. Sin mirarse siguió en la cara del toro y quiso matarlo. Mientras tanto la herida continuó manando sangre que ya llegaba al tobillo. Montó la espada. Un pinchazo, una estocada trasera. Gestos  de dolor del diestro que trató de hacerse un torniquete. No lo logró. Entre su apoderado -Fernando Cepeda- y su cuadrilla lo llevaron a la enfermería. No quiso otra cosa el bravo torero que no fuera ir por su propio pie. El público se extremeció entonces y ovacionó el desgarrador amor propio del torero. En manos de los facultativos quedó, interviniéndole de una herida profunda: 12 centímetros, contunsión ciática y pronóstico grave.El festejo en sí quedó reducido al corazón macho de Perera. A eso y a la entrega total de un Fandi que se impuso a la mansa y descastada condición de sus tres oponentes.  Exprimió al primero y también al sexto, a los que les cortó una oreja. No lo pudo lograr frente al cuarto, por la aplomada condición del de Gavira, que lidió una corrida mansa y descastada, muy venida a menos.El Fandi tuvo recursos y fondo de armario para superar adversidades. Al primero le banderilleó como acostumbra: un primer par de poder a poder y dos de moviola. La noble y desclasada condición del de Gavira fue suplida por el granadino que a base de tesón logró no dejarse nada atrás y exprimir todo el jugo de su oponente. Cortó una oreja tras una estocada trasera.Otra le cortó al sexto -segundo del lote de Perera- al que superó en todo, desplegando toda su entrega. De nuevo, banderilleó con brillantez y se esforzó en ganarle la acción al toro. Entrega máxima, desplantes de todas las marcas y premio final de otra oreja, tras estocada segura. Entre medias, el  cuarto toro. Se lució esta vez el granadino con un galleo vistoso por tapatías al paso. Un tercio de banderillas de suma facilidad y una faena de muleta sin mayores opciones que la disposición, por la mansedumbre de un animal descastado.Manzanares se estrelló con un primero, inválido que se mantuvo en el ruedo contra natura. Y frente al quinto que también anduvo falto de fortaleza. Abrevió con los dos. No hubo posibilidad. Y eso que el trato del alicantino fue exquisito en ambos casos. Inédito Manzanares que no tuvo antagonista. 

tracking