El Correo de Burgos

Los residuos del botellón sepultan la ribera del río y el Paseo Atapuerca

La «falta de civismo» enturbia el descenso de delitos registrados este año

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Burgos

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N. VILLAMIL / Burgos

El botellón ha vuelto a tomar la ribera del Arlanzón frente al Museo de la Evolución Humana en estas fiestas. También el recién remodelado Paseo de Atapuerca, que cada mañana amanece sepultado bajo una ingente cantidad de residuos que ha llevado al Ayuntamiento a redoblar su esfuerzo.

«Se está haciendo una operación de limpieza con gran prontitud y diligencia, pero en algunos casos no puede suplir la falta de civismo» lamentaba ayer el alcalde. El importante incremento de contenedores que el Ayuntamiento ha dispuesto en la zona ha sido insuficiente para que los grupos de personas que cada noche se congregan en ella depositen en ellos los residuos.

Un rosario de botellas, vasos de plástico y bolsas en los márgenes del río y en el propio paseo dibujan la imagen dantesca que los transeúntes se están encontrando a primeras horas de la mañana, una vez finalizado el botellón.

Este año, además, las nuevas gradas de acceso a la ribera del Arlanzón han provocado una especie de efecto llamada, incrementado por las buenas temperaturas de esta semana, que invitan a sentarse a orilla del río a decenas de jóvenes para celebrar su particular fiesta desde primeras horas de la tarde. El regidor burgalés está convencido de que erradicar esta requiere el concurso del Gobierno.

«Es una falta de civismo no exclusiva de Burgos, sino que está presente en casi todas las ciudades españolas. Este tema necesita una corrección de carácter nacional. El esfuerzo que pueda hacer aisladamente un ayuntamiento sería prácticamente inútil» asegura. Aparicio está convencido de que el Consistorio no puede hacerlo solo, sin la ayuda de la Administración central.

Incidentes de la noche del 28

La masiva afluencia de gente a las zonas de ocio en una de las noches más fuertes, la del 28 de junio, no dejó incidentes graves. La Policía estuvo ocupada en la recuperación de dos coches robados. Uno apareció en un garaje comunitario de la calle Isidoro Díaz de Murugarren y otro en Petronila Casado. También localizó al conductor que huyó de un control de alcoholemia.

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