Ocio y apoyo escolar, claves de las actividades infantiles de los CEAS

LORENA BARCO / BurgosLos ‘reyes de la casa’ no se pueden quejar: el verano burgalés está eminentemente pensado para ellos. Si bien, las idas y venidas al ‘cole’, academias y demás actividades extraescolares quedaron atrás hace más de un mes, el tiempo estival no da tregua a los más revoltosos de la familia.Y es que el Ayuntamiento de Burgos ha pensado en unas vacaciones a su medida, donde el aburrimiento, el tedio y la inactividad sean unas completas desconocidas. Al margen de las infinitas actividades lúdicas, culturales y formativas que ofertan los cinco centros cívicos de la capital (el de Capiscol, las Huelgas - El Pilar, San Agustín, Río Vena y Vista Alegre), así como los distintos centros de día, es preciso recalcar el papel que ejercen los CEAS (Centros de Acción Social) de la ciudad como principales impulsores del ocio infantil.La capital burgalesa cuenta concuatro CEAS repartidos por distintos puntos de la ciudad. A saber, el CEAS Centro-Vadillos, CEAS Centro-Arlanzón, el centro de San Pedro de la Fuente y el de Gamonal-Las Torres. Desde todos ellos se ha pretendido que durante las vacaciones de verano no haya ni un solo niño anclado delante del televisor viendo telebasura o viciado a saber a qué juego de ordenador.De esta forma, los CEAS burgaleses han desarrollado un completo programa lúdico-formativo que incluye actividades dispares, tales como talleres creativos, de cocina (quién sabe si entre los participantes se encuentra un futuro chef de la nouvelle cuisine), actividades deportivas, artísticas, así como apoyo en tareas de repaso escolar; salidas a las piscinas municipales y a diversos recursos de la ciudad. Y lo que no podía faltar en estos días de sol y calor: los juegos al aire libre.Todas estas actividades tienen el objeto de proporcionar un entorno rico y estimulante con el fin último de fomentar las relaciones sociales, la utilización de los recursos que Burgos ofrece durante el verano y educar en valores para la convivencia y la solidaridad.En definitiva, y en palabras de María José Abajo, concejala de Acción Social del Ayuntamiento de Burgos: «Se trata de conformar un programa rico y completo. Buscar un ocio divertido para lo niños en verano. Y no sólo eso, sino que por medio de estas iniciativas también es prioritario el papel de los padres trabajadores, de forma que por medio de los CEAS, éstos pueden quedarse tranquilos mientras trabajan sabiendo que sus hijos se lo están pasando bien, a la par que están siendo bien cuidados», apunta.Asimismo, María José Abajo deja constancia de uno de los principios fundamentales que impulsaron a desarrollar, un año más, esta iniciativa: la socialización de los pequeños de la casa. «Los niños están acostumbrados a jugar con sus amigos de clase o con sus hermanos, primos, vecinos... por lo que ésta es una forma óptima de que hagan amigos más allá de su círculo cotidiano», explica la concejala.Aumento de la demandaSi bien estas actividades han sido siempre muy bien recibidas por las familias burgalesas, éste año la acogida ha sido mayor que en ocasiones anteriores de forma que el número de plazas demandas ha aumentado un 10%. De esta forma, han sido más de 3.000 las solicitudes enviadas, de las 1.700 plazas disponibles en los CEAS. Entre las novedades más reseñables cabe destacar el método de selección de los beneficiarios, de forma que este año la elección  se ha llevado a cabo mediante sorteo y no por orden de entrega de la solicitud.Además, este verano se ha ampliado el horario con el fin de adaptarse a la jornada laboral de los padres de los niños. De forma que si el horario de otros años se limitaba a ser de 10.30 a 13.30 horas, este verano el programa cuenta con un servicio de cuidadoras desde las 8.15 hasta las 10.30 horas (hora de inicio de las actividades) y desde el término de la jornada -13.30 horas- hasta las 14.45 horas. «Esta medida se ha incluido con el fin de favorecer la conciliación de la vida familiar y laboral», comenta Abajo.