El Correo de Burgos

Jugando a pilotar un caza

500 burgaleses disfrutaron ayer de un emulador de la Patrulla Águila en Hipercor

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Burgos

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J. MAIQUES / Burgos

A las once de la mañana de ayer, eran muchos los curiosos que aguardaban con expectación la respetuosa cola de curiosos formada junto al tráiler que daba acceso al emulador del caza C-101 de la Patrulla Águila instalado en el aparcamiento del Centro Hipercor de la capital. Profesionales del Ejército del Aire, debidamente uniformados, daban paso a los impacientes viajeros que subían, unos con más decisión que otros, las escalerillas de acceso al avión.

El pasaje, de catorce personas, lo conformaban, indistintamente, niños y adultos. Los pequeños, mucho más envalentonados, se apresuraban en busca de los mejores asientos. Los mayores, por su parte, trataban de esconder una sonrisa nerviosa que delataba una ilusión que, en principio, debería ser más propia de sus hijos.

 Ya con todos los pasajeros en sus asientos, un miembro del Ejército del Aire asomaba por la puerta del caza y, con formalidad militar, daba las últimas instrucciones. La última de ellas, informaba sobre la presencia de cuatro botones rojos de alarma que los pasajeros podrían pulsar en caso de sufrir un mareo. Con la misma educación académica, el militar se despedía y deseaba buen viaje a la tripulación.

Todo estaba listo para el despegue del caza C-101 de la patrulla acrobática del ejército español. Al instante, la puerta de acceso al avión se cerraba y una banda sonora de película de acción ponía la salsa para acelerar las pulsaciones de los pasajeros.

Los tripulantes quedaban aislados y el plasma que simulaba la luna de la cabina comenzaba a reproducír las imágenes del cielo desde el punto de vista del piloto.

La habilidad de los profesionales quedaba de manifiesto en un ejercicio de acrobacias formado por una escuadrilla de varios aviones que sobrevolaba el cielo de San Javier (Murcia), lugar en el que está instalada la Patrulla Águila.

El realismo crecía con el sonido de la comunicación radiofónica de los miembros de la escuadrilla y se intensificaba con los movimientos simulados de las piruetas y los giros laterales de los aviones. Todo ello, gracias a un dispositivo hidráulico que giraba la cabina y emulaba las acrobacias del caza.

Después de un viaje de ocho minutos, el avión aterrizaba y los pasajeros salían del habitáculo. En fila india, la tripulación deshacía el camino andado y descendía las escaleras ante la mirada ansiosa del siguiente turno.

Y es que durante la jornada de ayer, cerca de 500 burgaleses se apuntaron a la experiencia y vivieron en sus propias carnes la sensación de viajar a bordo de un caza de la Patrulla Águila de las Fuerzas Armadas. Y lo hicieron gracias a un emulador de un avión C-101 del Ejército del Aire instalado gracias al patrocinio de El Corte Inglés y Repsol.

Hoy también se puede

En cualquier caso, los que no pudieron pasarse ayer por Hipercor, tienen hoy una nueva oportunidad. Desde las 10 de la mañana y hasta las nueve de la noche, el emulador estará preparado para recibir a todos los burgaleses que lo deseen y, además, hacerlo de modo gratuito.

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