Las depresiones copan una de cada cuatro consultas en Primaria

MAR PELÁEZ / Valladolid

¿Se siente cabizbajo con excesiva frecuencia? ¿Ha perdido el interés por aquellas aficiones de las que ayer disfrutaba? ¿No puede concentrarse? ¿Se siente inútil? ¿Se le viene a la cabeza pensamientos de muerte? Si una o varias de estas preguntas tiene una respuesta afirmativa, quizá sea presa de una depresión y deba acudir a su centro de salud.

No será el único en hacerlo. Uno de cada cuatro castellanos y leoneses que llama a la puerta de su médico de familia lo hace con algún tipo de trastorno mental.

Y los datos son crecientes, a tenor del estudio titulado 'Depresión en Atención Primaria' que ha elaborado la Red de Médicos Centinelas de Castilla y León.

Entre enero de 2008 y diciembre de 2009 se registraron en la Comunidad 1.080 nuevos casos de depresión, lo que sitúa la tasa de incidencia en Castilla y León en 638 casos por cada 100.000 habitantes. O dicho de otra forma, en un año aparecen aproximadamente seis episodios por cada millar de castellanos y leoneses, «clínicamente manifiestos o que precisan actuación médica».

De todos los cuadros depresivos registrados, el 45,3% presenta cinco o más síntomas. En el resto de los casos, la variedad de 'males' es muy diverso, aunque hay uno, el estado de ánimo depresivo la mayor parte del día, que sobresale de la tabla y que marca el 87,2% de esos episodios. La disminución del placer y del interés por las cosas se refleja en el 75,3% de los casos, y en el 65,2% la fatiga o pérdida de energía. En un 8,3% de los registros aparecen los pensamientos recurrentes de la muerte o la idea del suicidio, aunque no haya planes ni tentativas.

Son, al parecer, las mujeres más propensas que los hombres a caer en la red de la depresión. Ellas presentan una tasa de incidencia del 931 casos por 100.000 habitantes. Ellos, 341 por cada 100.000.

El riesgo de sufrir este mal del siglo XXI aumenta en las mujeres a medida que van cumpliendo años, alcanzando el punto más alto en la horquilla de entre los 55 y los 65 años. En los hombres, en cambio, el aumento es continuo, aunque de menor intensidad. El perfil más recurrente del paciente es, por tanto, una mujer de entre 55 y 65 años, sin estudios o con estudios primarios, que trabaja fuera de casa o se dedica a las labores del hogar, y generalmente casada.

La depresión sí entiende de meses. Las consultas a los médicos de Atención Primaria se acentúan en los meses de otoño y de invierno, según este estudio.

Un problema importante

Son más propensos los que tiene en su familia antecedentes de otros trastornos mentales. Los más frecuentes: el síndrome depresivo y los trastornos de ansiedad. Pero también las enfermedades reumáticas y metabólicas. El cáncer está detrás del 4,3% de los problemas mentales.

Con todo ello, y aunque no se disponen de «datos fiables» sobre la frecuencia de la depresión en Castilla y León, como reconoce un estudio de la Red de Médicos Centinelas de la Comunidad, viendo los datos de prescripción de antidepresivos, los profesionales aseguran que se trata de «un problema de salud muy importante en Castilla y León».

Los datos no remiten, y la crisis económica actual poco está ayudando a rebajar la ansiedad.

De hecho, la Organización Mundial de la Salud prevé que en el plazo de diez años la depresión «será la segunda enfermedad mundial más frecuente y la primera causa de baja laboral».

Aún así, el informe destaca un dato preocupante: el 65% de los trastornos de ansiedad y depresión que se producen en la Comunidad, se quedan sin diagnosticar o el diagnóstico no es correcto.

Por ello, la Red de Médicos Centinelas de Castilla y León recomienda a las administraciones que revisen las definiciones y protocolos que se están utilizando en Atención Primaria y que evalúe su adecuación a la realidad de la práctica clínica.

Y es que este estudio, llevado a cabo por la Red de Médicos Centinelas de Castilla y León, perseguía conocer la incidencia de la depresión en los castellanos y leoneses mayores de 15 años, estudiar la influencia de factores extrínsecos, socioculturales o sanitarios.

Pero, sobre todo, constituir la base de futuros estudios para lograr un diagnóstico temprano de la enfermedad y mejorar las derivaciones de Primaria a Atención Especializada.