El Correo de Burgos

Cuatro de cada diez burgaleses tienen la tarjeta de 'bus' de pago sin contacto

La recaudación de las recargas de las 70.900 tarjetas asciende a 1,2 millones de euros

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Burgos

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J. MAIQUES / Burgos

A nadie le agrada pagar por un servicio más del doble de lo que lo hace el vecino. Y un ejemplo cercano de que esto puede ocurrir se vive a diario en el caso de los autobuses urbanos de la capital. Así, dependiendo de si se abona el precio del viaje en metálico (0,85 céntimos) o si se hace mediante una tarjeta de pago sin contacto (0,35), la diferencia resulta más que notable. Quizá esto explique que, en los cinco meses que lleva en servicio la nueva tarjeta de pago sin contacto, ya sean 70.900 los burgaleses que han adquirido una de ellas. Si se descuenta a los niños que no pagan (hasta los 4 años) las cifras revelan que cuatro de cada diez ciudadanos poseen una de estas tarjetas.

La inmensa mayoría de las tarjetas sin contacto que se han vendido desde el mes de abril son las denominadas como no personalizadas, es decir, las que pueden ser utilizadas indistintamente por varias personas. Así, mientras estas suman las 60.600, las no personalizadas (con precios reducidos para pensionistas y familias numerosas) suponen las otras 10.300.

En cualquier caso, una cifra tan elevada no se explica sólo con los usuarios habituales sino que evidencia, además, que hay muy pocos hogares en los que no existe una de las nuevas tarjetas. Si bien es cierto que muchas de ellas se han podido perder o deteriorar, también lo es que existen muchas familias burgalesas que las comparten y que, aunque es imposible de cuantificar, elevan el número real de usuarios hasta un cifra mucho más importante.

La diferencia entre pagar mediante esta fórmula y hacerlo en metálico es, como se ha dicho, el principal enganche para que una gran parte de los ciudadanos disponga de una las nuevas tarjetas de autobús. Y es que, si el ahorro por cada trayecto alcanza los cincuenta céntimos, una persona que, por ejemplo, realice a diario un viaje de ida y otro de vuelta se ahorraría hasta 365 euros anuales.

1,2 millones recaudados

Hasta la fecha, el Ayuntamiento de Burgos ha recaudado ya 1,2 millones de euros en la suma de las recargas de las nuevas tarjetas. Una cifra que desde la Administración local valoran de forma positiva pero que, como también recuerdan, es un dinero que, en una cuantía importante, todavía no ha sido gastado por los burgaleses y permanece en el saldo de sus tarjetas.

Por otro lado, el elevado número de tarjetas que ya se han vendido hace presagiar que ya quedan pocas de las antiguas por retirarse. En este sentido, el concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Burgos, Esteban Rebollo, afirma que «el próximo 31 de diciembre será el último día en que se podrán utilizar porque entendemos que ya ha pasado un tiempo prudencial».

De este modo, todas las personas que todavía dispongan de saldo en la tarjeta antigua y quieran traspasarlo, pueden pasarse por la oficina del Samyt en la plaza Virgen del Manzano.

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