El Gobierno Vasco insta a la Junta a actuar contra una bodega que comercializa chacolí

L. H./ J. M. / Bilbao / Burgos

Los sistemas de vigilancia puestos en marcha por el Gobierno vasco para evitar la venta de txakoli, o productos que pretendan serlo, y que no cumplan las normas relativas a las denominaciones de origen comienzan a dar sus frutos. A través de la Dirección de calidad y control del fraude, el departamento de Agricultura localizó en el País Vasco botellas de vino blanco que se comercializan con la etiqueta de txakoli, procedentes de una bodega de Cantabria y otra de Burgos.

El Gobierno vasco, aplicando los protocolos habituales en estos casos, se puso en contacto con el de Cantabria y con la Junta de Castilla y León para instarles a desarrollar una mayor vigilancia con el objetivo de garantizar el cumplimiento de las normativas vigentes en cuanto a las denominaciones de origen. «Las comunidades autónomas deben ir al lugar de origen del fraude y paralizar las partidas. Nosotros aquí haremos lo mismo cuando las detectemos», explicó el viceconsejero de Agricultura, José Luis Anda.

Además, los inspectores de la Dirección de calidad y control del fraude investigarán dónde se comercializan esas botellas, inmovilizarán las partidas y propondrán a Burgos y Cantabria que sancionen a las bodegas, ya que eso forma parte de sus competencias. «Les pedimos que actúen en la misma línea que nosotros, evitando el fraude en el sector alimentario; que hagan las inspecciones correspondientes, para evitar que la ilegalidad se prolongue», dijo Anda.

Quien se dio cuenta del fraude que suponía la venta de estas botellas fueron los representantes de la Denominación de Origen de Vizcaya. Cuando lo detectaron, enviaron varias botellas a la Dirección de Calidad. A partir de ahora, los inspectores recorrerán bares, tiendas y restaurantes con el objetivo de localizar todas las falsas botellas de txakoli. «Esta actuación no va dirigida contra nadie en concreto, sino que queremos defender los derechos de los agricultores vascos, que son los que tienen la Denominación de Origen», aseguró Anda.

El viceconsejero señaló que, además de las actuaciones gubernamentales, la colaboración de los consumidores es fundamental para evitar que se den este tipo de casos. «La Denominación de Origen garantiza la calidad y la seguridad alimentaria», indicó. «Además, es el elemento protector de una producción que lleva muchos años y ha conseguido un gran reconocimiento por su calidad. Lo que no queremos es que nadie se apropie de estas características sin merecerlo», añadió.

El departamento de Agricultura y Medio Ambiente del Gobierno vasco se ha reunido ya con las tres Denominaciones de Origen de Euskadi -Getariako Txakolina, Bizkaiko Txakolina, y Txakoli de Álava-, y no descarta mantener una reunión con representantes de la Diputación de Burgos, a pesar de que todavía no se ha fijado una fecha para este encuentro. «No es un asunto que nos agobie especialmente, pero sí queremos que se corrija cuanto antes esta situación irregular», explicó José Luis Anda. «No vamos a permitir que nadie usurpe nuestra denominación de origen», reiteró.

La guerra del txakoli comenzó después de que la Diputación de Burgos aprobara solicitar la marca Chacolí para su provincia, algo que no sentó muy bien a las instituciones vascas que consideran que la marca txakoli es únicamente vasca, algo que notificaron a las instituciones burgalesas.

¿Chacolí? Mejor Ribera

Mientras tanto, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, visitó ayer Burgos y prefirió pasar de puntillas por la polémica que señala directamente a productores burgaleses y cántabros. «La culpa la tendrán por poner chacolí con 'x'. ¡Que pongan Ribera del Duero! Si lo ponen con 'x', a parte de ser tontos... El chacolí será una cosa de ellos», afirmó quitando importancia a la discusión y, en cierto modo, también al vino.

Y en contraste con la indiferencia con la que Revilla se refería al chacolí, el presidente cántabro sí se la daba a otros caldos que se producen en Cantabria y Burgos. «Nosotros tenemos un vino blanco buenísimo. Muy superior al chacolí. ¡Lo nuestro es de alta gama! Y los burgaleses tenéis el mejor vino».

Y es que, tal y como señaló Revilla, él en las grandes celebraciones se decanta por vinos de categoría. «Una de las cosas con las que se cabrean en La Rioja es que cuando me preguntan cuál es el mejor vino, digo que Ribera del Duero. De toda la vida. Yo soy de Ribera del Duero. Si voy a una boda y me ponen Rioja pido que me lo cambien por Ribera, aunque sea más barato. Yo, un cordero de Burgos y un Ribera del Duero... y la felicidad total».