El Correo de Burgos

La ciudad sostenible 'progresa adecuadamente'

La actualización de los indicadores contemplados en la Agenda Local 21 arroja resultados positivos

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Burgos

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L. B. / Burgos

Progresa adecuadamente. Incluso destaca en alguna que otra materia. Eso sí, no se escapa de algún 'cate' que otro, pero pocos, la verdad. Tan pocos, que la nota media de la actualización de los indicadores de sostenibilidad de la Agenda Local 21 bien podría ser un notable alto. El documento que recoge este estudio que se repite cada cuatro años desde hace doce en la capital burgalesa desataba la satisfacción la concejal Teresa Temiño, presidenta del Consejo Sectorial de Medio Ambiente y Sostenibilidad en el que se presentaba la semana pasada este informe.

Temiño lo tiene claro: «Los resultados son satisfactorios. Es cierto que debemos mejorar en algunos aspectos pero en la mayoría de los ámbitos analizados la tendencia que se observa es positiva». En otras no, claro, pero la edil prefiere ver la botella medio llena. «Este análisis permite detectar carencias y diseñar posibles mejoras en cualquiera de las áreas municipales afectadas», recuerda y por encima de todo alude, igual que el propio informe que puede consultarse en la web del Ayuntamiento, a los resultados del indicador número 20 que según reza el documento «pone de manifiesto el nivel de satisfacción de los habitantes de Burgos con su ciudad», un nivel elevado, «de hecho, más del 80% de la población está satisfecha o muy satisfecha con su ciudad».

Con todo, «los datos que reúne el informe no deben interpretarse como datos absolutos», recomiendan sus autores, «sino como la tendencia de cada indicador durante los años transcurridos» desde la anterior actualización.

Tasa de crecimiento vegetativo. Esta tasa corresponde a la diferencia entre nacimientos y defunciones por cada mil habitantes. Los últimos datos disponibles, de 2008, arrojan una tasa de 1,08, notablemente superior a las registradas en años anteriores, que incluso obtenían resultados negativos, como en 2005. La razón del incremento reciente, según apunta el resumen del informe, es la «fuerte inmigración generada». Concluye así que la evolución de este indicador es positiva aunque la tasa local es muy inferior a la nacional que supera el 2,3.

Consumo de agua. En términos generales, la cantidad de litros de agua consumidos por los sectores doméstico, industrial y municipal, así como el consumo total de la ciudad descendían en el periodo de estudio hasta los 308 litros diarios por habitante. La valoración de este indicador es por tanto positiva. Con todo, la cifra supera la media nacional que es de 299 litros al día por habitante.

Calidad del agua del río Arlanzón. Es, según el estudio elaborado por la Agenda Local 21, «admisible» al igual que lo era en la última actualización ya que todos los parámetros a estudio, químicos y biológicos, se mantienen. No obstante, el informe subraya una detección de «una elevada calidad aguas arriba de la ciudad y un empeoramiento aguas abajo». Por tanto, en este indicador «no se refleja ningún signo claro de tendencia o evolución».

Residuos y reciclado. El objetivo de sostenibilidad es producir menos residuos cada año y, en parte gracias a la crisis económica, parece lograrse en los dos últimos años. De ahí la lectura positiva de producir 1,13 kilogramos de residuos diarios por habitante. Respecto a la separación en origen, «la tendencia general resulta ascendente» con un 17% de recogida selectiva en 2009. Cifra, sin embargo, algo inferior a la registrada en 2008 a causa precisamente del descenso de residuos totales generados.

Ahorro de energía. Este indicador busca comprobar el ahorro y la eficiencia energética de la sociedad actual. Se observa un aumento de la energía consumida aunque aumenta la eficacia por lo que el balance final es positivo. Un burgalés consumió en 2008 un total de 26.148 kilovatios al año.

Emisiones de CO2. El compromiso de reducir la emisión de gases de efecto invernadero es global. La evolución de esta tendencia en la provincia lejos de ser positiva «no muestra signo claro», aunque incumple claramente el citado compromiso de reducción con una emisión de 7,2 toneladas de CO2 anuales por habitante.

Calidad del aire. Este indicador, el octavo, analiza el número de ocasiones en las que se superan los límites legales de determinados contaminantes. En 2009 fueron 33, cifra muy inferior a las 145 de 2005, por lo que la tendencia es positiva.

Ruido. Los datos hablan de más casos de descenso que de aumento del nivel de ruido registrado en los distintos barrios de la ciudad y la opinión de los ciudadanos es positiva, con una alta valoración de la calidad sonora de la ciudad. En resumen, otro aprobado alto.

Movilidad y tráfico. Caen los desplazamientos a pie y crece el uso del transporte público, que ronda ya el uso del transporte privado. Sin embargo, la tendencia global del uso diario del transporte público ha descendido en los últimos dos años, lo que provoca que este indicador carezca de una evolución clara. A modo de curiosidad: el 40,8% de los desplazamientos son a pie, el 28,3% en transporte público y el 30,9%, en coche o moto. El indicador número once estudia la cantidad de vehículos que circulan por las principales calles de Burgos. Resultado: «Cada vez más». Más de 14.000 vehículos de media en 2010, una cifra récord con la que la ciudad se aleja de los objetivos de sostenibilidad y, por lo tanto, suspende.

Usos del suelo y zonas verdes. La distribución del suelo en función del uso -urbano, infraestructuras, huertos, arbolado, agrícola o matorral- se mantiene estable, siendo el uso dominante el agrícola a pesar del leve aumento del uso urbano. Así, la tendencia no es clara a diferencia de lo que ocurre con la recuperación de superficie municipal degradada, impulsada, según detalla el informe, por la ampliación del Cinturón Verde de la ciudad entre 2005 y 2007 así como las actuaciones en Villatoro y el cerro San Miguel este mismo año. Esta evolución positiva choca a su vez con el desplome de zonas verdes a raíz de un cambio en el criterio de recuento. «Ahora solo se miden superficies ajardinadas y no todo el espacio», explica Teresa Temiño. Con el nuevo sistema, a cada burgalés le corresponden 16,2 metros cuadrados de zona verde.

Urbanismo. Comprende tres indicadores. El primero apunta una tendencia a la mejora en la accesibilidad a espacios verdes y servicios básicos. El segundo, centrado en el casco histórico, destaca la inversión realizada para rehabilitar la zona que ha beneficiado a 1.246 viviendas. Finalmente el documento constata una disminución en los dos últimos años del precio medio de las viviendas en la ciudad, en respuesta, añade, a «la desbocada situación anterior».

Empresas y calidad. Aumentan notablemente las empresas con certificado de calidad y gestión del medio ambiente. Tendencia, «claramente positiva».

Desempleo. Sin palabras. El incremento reciente arroja un resultado negativo aunque la tasa de paro, de 10,21 en 2009, es inferior a la nacional, que supera el 18,8.

Satisfacción ciudadana. Los burgaleses puntúan con un 6,5 a su ciudad. Crece el número de 'satisfechos' y se mantiene el de muy insatisfechos.

Cultura. El último indicador analiza el presupuesto municipal dedicado a las actividades culturales. Con datos del Instituto Municipal de Cultura, el estudio recoge un incremento entre 2006 y 2007 del porcentaje del presupuesto municipal dirigida a este ámbito, que se mantiene en torno al 5,4%.

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