El parón en las infraestructuras inquieta por su efecto sobre el desarrollo logístico

R. G. U. / BurgosDos de las infraestructuras pendientes o en ejecución actualmente son especialmente sensibles para el desarrollo provincial y las dos tienen que ver con que Burgos  pueda seguir aprovechando, como  se ha venido haciendo desde siempre, su potencial logístico como nodo de comunicaciones privilegiado. Se trata de la autovía A-73 que enlaza Burgos capital con la localidad palentina de Aguilar de Campoo y del Centro de Actividades Económicas. Ambas han sido víctimas de la penuria económica que la crisis ha motivado en dos administraciones diferentes pero son igualmente importantes para el desarrollo de Burgos desde el punto de vista logístico según quedó ayer de manifiesto, una vez más, en la reunión de la mesa de infraestructuras del Plan Estratégico de Burgos.La paralización de las obras de la autovía de Aguilar es el resultado de una decisión del Ministerio de Fomento que tiene como consecuencia inmediata que el tráfico de mercancías y también los vehículos ligeros que viajan desde el centro de la Meseta a Cantabria opta por las autovías que conectan ambos puntos pasando desde Madrid por las provincias de Valladolid y Palencia. El eje de comunicación hacia el norte se desplaza hacia el este por la mayor facilidad de circulación por autovía perjudicando a la provincia de Burgos que aunque sigue al pie del camino más corto carece de una autovía con la que defender su valor geoestratégico. Y no la tendrá hasta que en 2013 finalicen las obras en los tramos que separan Burgos de Aguilar. Esta es la principal amenaza que detecta un equipo multidisciplinar de la Universidad que ayer presentó a la mesa de trabajo sobre infraestructuras del Plan Estratégico las conclusiones de su cuatro boletín trimestral. En un repaso a la situación de obras como la A-12 entre Burgos y Logroño, el Auditorio, la ronda noroeste, el nuevo hospital, el parque tecnológico, la depuradora, el palacio de Justicia o la biblioteca de San Juan, entre otros; resaltan principalmente el parón en la A-73 como la mayor amenaza para el desarrollo local.Por el contario, el portavoz de la mesa, el presidente de FAE Roberto Alonso, señaló el proyecto del Centro de Actividades Económicas (CAE) como el más importante de cuántos están esperando su turno para convertirse en realidad. Alonso argumenta que la existencia de suelo industrial disponible en Villalonquéjar IV no exime de la construcción de este área industrial de 1.200 hectáreas en la carretera de Logroño ya que ésta tiene una «vocación logística» muy marcada y «tiene que salir adelante». El presidente de la patronal burgalesa propuso que se retome el proyecto por fases para que dé «pasos en 2011» aunque sea en alguna porción de sus 1.200 hectáreas.Alonso reconoció que FAE tuvo muy difícil mantener su compromiso en el proyecto ya que no iba a obtener ningún beneficio económico que compensase su participación en la financiación puesto que se le exigía entrar como una entidad sin ánimo de lucro. Además, la gestión quedaría en manos del Ayuntamiento que retendría un 51% del capital de la sociedad que explotase el CAE debido a que el proyecto está catalogado como de interés general y de ese modo no se beneficiaria de la agilidad en la gestión que puede aportar una entidad privada. Pese a que la salida de FAE del proyecto no ayuda a que avance, Alonso insiste en reclamar a las administraciones públicas que den pasos para que el CAE se «empiece ya».