La cárcel necesita 16 funcionarios para cumplir los servicios mínimos

M.R. / Burgos

Los funcionarios de la prisión de Burgos asumen una carga de trabajo que supera la obsoleta relación de puestos de trabajo (RPT) que se remonta a mediados de los años. Esa situación hace que algo más de 200 trabajadores tengan que asumir a los cerca de 600 presos del centro penitenciario.

Alrededor de 50 funcionarios se concentraron a las puertas de la cárcel. Una iniciativa que se realizó en todas las prisiones españolas por la falta de atención de Instituciones Penitenciarias a unas demandas que se remontan al año 2005. «Llevamos cuatro o cinco años sufriendo esta presión por la administración penitenciaria e iremos aumentando la presión si no hay resultados positivos en las negociaciones», explicó uno de los representantes de los trabajadores. La masificación, que en la cárcel de Burgos se acerca al 200%, según los sindicatos, es uno de los factores que han llevado a esta situación, ya que «durante los últimos cinco años ha aumentado a niveles desproporcionados».

Este aumento exponencial de la población reclusa no ha venido acompañado de aumento de personal.«Estamos muy escasos de personal, lo llevamos diciendo varios años». Los sindicatos estiman que hacen falta cerca de una veintena de puestos nuevos. «Según estudios de los sindicatos, entre 16 y 20 con carácter urgente para cumplir los servicios mínimos», afirman.

A partir de enero, «si no dan resultado las negociaciones», los funcionarios «empezaríamos una huelga de reglamento en enero» y aumentarán los actos de presión.