El Correo de Burgos

Cruz Roja reparte 182.000 kilos de comida entre 5.589 burgaleses con pocos ingresos

En la primera de las tres fases en las que se divide el Plan de Ayuda Alimentaria, financiado con fondos europeos. La cantidad total triplicará la distribuida del año 2010

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Burgos

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L. B. / Burgos

Tres días de labor intensa. Tres días agotadores. Y tres días de satisfacciones y agradecimientos. Así fueron para los 40 voluntarios de Cruz Roja Burgos encargados de llevar a cabo la primera fase del Plan de Ayuda Alimentaria los tres primeros días de esta semana.

Y es que entre el lunes y el miércoles se afanaban en repartir hasta 182.283 kilos de comida entre miles de burgaleses con pocos recursos, aquellos cuya solicitud era aprobada en la comisión de valoración de la organización que vela para que la solidaridad llegue a manos de quien verdaderamente la necesita.

La iniciativa, financiada por fondos europeos a través del Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino, se nutre de los excedentes de ciertos productos agrarios en poder de los organismos públicos de intervención de la Unión Europea. El valor de las cantidades asignadas a cada país se intercambia con determinadas empresas suministradoras, que surten a las entidades sociales responsables del reparto, Cruz Roja y el Banco de Alimentos, de los productos a distribuir entre particulares y asociaciones, respectivamente.

La 'partida' otorgada a Cruz Roja para provincia de Burgos en esta ocasión casi triplica la del año pasado. Frente a los 210.000 kilos entregados en total en 2010 a 5.063 personas, en 2011 llegarán a repartir 547.000. Otros tantos dará el Banco de Alimentos a agrupaciones de carácter social.

La primera de las tres fases que conforman el reparto 'individual' de Cruz Roja ha llegado a 5.589 personas. Estas repetirán en las dos próximas entregas y a ellas podrán añadirse nuevos beneficiarios, los que en el tiempo marcado cumplan los requisitos establecidos por Cruz Roja y presenten la documentación oportuna.

«El aumento de demanda ya es evidente y se mantendrá», augura Virginia Barquín, responsable del programa en la provincia. Cree que todavía hay mucha gente mayor con pensiones no contributivas que encajaría en el perfil pero que no solicitan esta ayuda «por pudor». Llama a este colectivo a sumarse en siguientes fases.

Perfil y requisitos

El perfil de solicitantes de alimentos es «el de gente que está cobrando el paro o un subsidio similar o que ha agotado las prestaciones y carecen de ingresos», explica Barquín, quien «sin datos que lo corroboren», precisa, dice haber detectado un aumento de beneficiarios de origen nacional, frente a la mayoría inmigrante de ediciones anteriores.

La documentación que se pide a los que desean recibir esta ayuda alimentaria incluye el impreso de solicitud cumplimentado, fotocopia del Documento Nacional de Identidad, o similar, de todos los mayores de 18 años de la unidad familiar, fotocopia del libro de familia, certificado de empadronamiento «para impedir que la misma persona reciba esta ayuda en distintas localidades», justificante de ingresos de la unidad familiar, documentación que acredite que están en paro y reciben o no alguna prestación, certificado de escolarización de los mayores de 16 años y la fotocopia de los recibos de alquiler o hipoteca, así como el certificado de minusvalía en el caso de que la haya.

El baremo económico elegido este año como límite para calcular si la familia solicitante puede acceder a la ayuda corresponde al Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (Iprem) fijado por la Junta de Castilla y León.

«En años anteriores, como no había tanta cantidad de alimentos la comisión de valoración decidió que ese baremo fuera el Ingreso Mínimo de Inserción, que era más bajo, para garantizar que accedían a la comida los más necesitados», detalla Barquín.

Una vez valorada la solicitud, las personas beneficiarias reciben un número de expediente, para salvaguardar su intimidad y no hacer públicos sus datos en la lista de peticiones admitidas, y son citados en las naves anexas al Silo de Gamonal que cede para la ocasión la Consejería de Agricultura.

Allí tendrán que ir en las dos próximas ocasiones que se realice el reparto. La siguiente fase tendrá lugar en octubre. Previamente, en septiembre se abrirá el plazo de entrega de solicitudes para aquellos que deseen sumarse. La última ronda, según estima Virginia Barquín, podría llevarse a cabo en noviembre o diciembre.

El paquete 'tipo'

Entre los beneficiarios predominan las familias de entre cuatro y cinco miembros, «aunque tenemos hasta de once integrantes», apunta la responsable. Todas reciben los mismos productos aunque en cantidades, lógicamente, adaptadas al número de personas.

El paquete que recibe una familia tipo -léase, de cuatro miembros- contiene 13 kilos de arroz, 11 litros de zumo, de Frías, por cierto, seis botes de cacao soluble, 23 libros de caldo de pollo, 11 paquetes de crema de verduras, 9 paquetes de espaguetis, 10 de fideos, 6 cajas de galletas, 6 paquetes de harina, 40 litros de leche, 14 paquetes de macarrones, 9 litros de natillas y 25 botes de tomate frito.

A ello, cada familia con niños menores de 2 años sumará 4 botes de leche de continuación y 6 cajas de cereales infantiles por bebé.

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